María Roters, la tinerfeña del Perfumerías Avenida de la Liga DIA

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Una edición especial de esta sección que cada año guarda gran éxito para deternos en el día a día de un grupo de jóvenes (muy jóvenes) chicas que este año han venido a Salamanca persiguiendo un sueño y por su gran pasión, el baloncesto.

Se trata de Carmen, Lola, Alba, María y Carmen, cinco chicas de varios puntos de la geografía española que, en la pasada temporada, recibieron la llamada de Perfumerías Avenida para participar en su programa de becas de cantera y que, nueve meses después, regresan a su hogar con un montón de vivencias y aprendizaje en el bolsillo. 

No es fácil dejar a una familia cuando, en el caso de Carmen Maldonado o Alba Vigo, apenas si tienes 14 añitos o, como en el resto (Carmen García, Lola González o María Roters), te vienes con 16. Primera salida del «nido» para tratar de probar suerte en todo un Perfumerías Avenida. Baloncestísticamente, una oportunidad que algunas, como Carmen, Lola o la tinerfeña María han aprovechado hasta sus últimas consecuencias teniendo la oportunidad de entrenar e incluso jugar en el primer equipo, junto a campeonas de la talla de Silvia Domínguez o Erika de Souza.

«Personalmente, todo un reto que, eso sí, ha sido muy divertido», reconoce Roters, «hemos tenido la oportunidad de aprender muchas cosas y mejorar como persona también«. Para todas ese reto era casi un temor, «sí, me daba miedo venir pero he sido capaz de demostrarme a mí misma que puedo estar sola sin mi familia», comenta Lola. «Aunque al principio empiezas con miedo, pronto conoces a tus compañeras, haces un grupo muy bueno y te sientes a gusto en la convivencia», según Carmen.

Tal es así que ese grupo se ha convertido en una familia de «temporada», una República, como ellas mismas bautizaron aludiendo a una conocida marca de muebles, «venimos de Granada, Motril, Almería y Tenerife así que juntas somos una pequeña república». 

Las cinco, junto con su tutora Paloma han convivido durante todos estos meses en un piso del club, con sus momentos malos, «como echar de menos a la familia», reconoce Alba, pero con cosas muy positivas, «hemos formado una segunda familia con personas que ya sabes que siempre formarán parte de tu vida». Ellas eran una familia pero también lo eran con el resto de sus equipos, «toda la gente ha hecho que nos sintamos como en casa, nos han recibido muy bien», explica Lola. Además de todo el baloncesto que se llevan, sus familias seguro verán una mejora en su «desparpajo» en casa, «yo reconozco que tenía que madurar y me costó muchísimo adaptarme a vivir sola y a las tareas», reconoce María, «es que ya hasta hago la cama», bromea Lola. 

Esa República se descompone ahora para las vacaciones, en algunos casos, o para vivir la experiencia de la Selección Española, como en el caso de María Roters, que trabajó con la U17 de cara al Mundial, pero que fue una de las tres descartadas de las 15 preseleccionadas.