«Larga vida al riqui-raca», por Javier Martínez

Javier Martínez, entrenador de basket y coordinador del CB Boch Granadilla, remitió a la redacción un escrito haciendo referencia a un gesto que en los años 80/90 era habitual en cada cancha de baloncesto y minibasket, hablando de las categorías de formación.

Y si bien se lo remitió a mi compañero Javi Soto, he querido darle cabida en BASKETMANÍA, porque considero que recuperar viejas costumbres, sobre todo cuando son positivias para el deporte y sus deportistas siempre es bueno. El mensaje que invita a analizar comienza así:

«No hace mucho tiempo un ser querido me recordó un hecho histórico deportivo de cuando éramos pequeños. La verdad es que en un primer momento quedé perplejo hasta que mi cerebro reaccionó de forma rápida ante semejante estímulo positivo contestándole con un contundente “pues sí, es verdad.

El hecho en cuestión consistía en cantar un riqui-raca al equipo contrario después de terminar el partido. Lo cantaba siempre el equipo vencedor. Este riqui-raca precedía a otro dedicado esta vez a nuestro equipo en un tono de euforia más elevado.

Por un momento me vi en la cancha del Colegio Virgen del Mar con mi chándal naranja del Colegio San Carlos cantando uno de estos riqui-raca junto a mis compañeros de equipo.

Qué bonito detalle ¿verdad?  No sé cuándo se empezó a usar este ritual ni tampoco cuando cayó en desuso pero maldigo aquel momento. Señores, debemos conservar nuestras tradiciones y si son buenas, ni que decir.

Me gustaría reinstaurar esta idea en algún partido de algunos de mis equipos y realizar un estudio sociológico de las reacciones que provocaría tantos en jugadores como entrenadores, árbitros y público en general. Sería divertido.

En momentos de crispación reivindiquemos estos riqui-racas. ¿Se imaginan ustedes -por poner un ejemplo- a Pujol y a Piqué entonando un riqui-raca a los jugadores del Real Madrid después del partido de vuelta de Champions?… Por favor intente visualizarlo.

Sin querer ser pretencioso espero ver estimulado el recuerdo de los más experimentado sabios y haber despertado también la curiosidad de los más jóvenes. Larga vida a los riqui-racas.

Aquí va la letra para los no iniciados:

Riqui-raca  sumbarraca

Sim-bom-ba

Ria, ria ria .

Equipo en cuestión/ equipo en cuestión

Y nadie más.

Hasta aquí el artículo de Javier Martínez. Desde BASKETMANÍA aceptamos el juego de la deportividad y animamos a los entrenadores y monitores a que prueben a vivir esa sensación. Acaba el partido, se reunen y le cantan un riqui-raca al otro equipo. Nada más acabar, y en un tono superior, el mismo cántica para vuestro propio conjunto. Miras las caras de los otros niños/@ y verás la sensación que te corre por las venas.

BASKETMANÍA se compromete a publicar aquellas fotos que recojan ese momento. Solo será necesario remitirla a baloncesto@eldia.es o a basketmania.arias@gmail.com y decir de qué partido se trata. Ya sea un amistoso o de competición. En tiempos en los que impera el mal genio y comportamiento de algunos que no saben perder, bienvenido sea el famoso RIQUI-RACA». ¿Se apuntan?…