Alba Torrens: «“Pase lo que pase, este equipo va a estar con la cabeza alta por la manera que tiene de afrontar cada reto”

.

«La canasta más importante de mi carrera no la metí yo. Fue Anna Cruz en el último segundo del partido de cuartos contra Turquía en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro«

Álvaro Paricio
ACB.COM
 

Hablamos con la estrella de la selección femenina, una jugadora discreta y humilde que ejemplificas lo valores de unidad que imperan en el equipo de Lucas Mondelo. Con la Copa del Mundo a escasos días de su comienzo, Alba se sincera y nos descubre algunas claves del éxito de esta generación

 

Ni son las más altas ni las más fuertes y, sin embargo, las jugadoras de la selección de baloncesto son poderosas. No siempre la fortaleza se mide bajo el prisma de la objetividad numérica o se exterioriza a ojos del observador; la mayor virtud de las personas reside en elementos interiores como el esfuerzo, el compromiso, la honestidad o la unión. Valores que son intangibles pero imprescindibles para alcanzar el éxito en el deporte.

De todo ello va sobrado el equipo que dirige Lucas Mondelo puesto que, por encima de cualquier otro calificativo, esta selección es un equipo. Un grupo humano cuyo núcleo fuerte se formó en 2013 y que ha hecho suyo el dogma del Yo al servicio de Nosotras. Esa fue la filosofía con la que el seleccionador entró en el vestuario y que hoy, ocho veranos después, está institucionalizado en la creencia personal de cada una de sus jugadoras. Poco importa hablar con la recién llegada o con la veterana capitana, hacerlo con la que entiende que su rol es menor o con aquella que es estrella. El discurso en todas ellas es el del colectivo. 

(Foto FEB)

Por números y relevancia, Alba Torrens es la llamada a ser estrella del equipo. Llegó con 18 al equipo para disputar los Juegos Olímpicos de Pekín y con 18 años fue la tercera anotadora del equipo. 10 veranos después Alba, es una estrella mundial (fue la MVP del pasado Eurobasket) y el referente ofensivo indiscutible de un equipo que acumula cinco veranos seguidos subiéndose al podio. Es la jugadora que en pista rompe la acompasada armonía de un equipo que trabaja para que su desequilibrante talento rompa en los momentos de tensión. Sin embargo, la gran victoria de esta filosofía de grupo es que hasta el estandarte de la selección es capaz de enarbolar la bandera del colectivo y ensalzar la valía de sus compañeras.

Sabe y reconoce su jerarquía dentro del grupo, pero entiende el baloncesto como un juego en equipo donde el individuo siempre está al servicio del colectivo. Por ello, no es extraño que, preguntada por su momento más especial con la Selección, se quede con uno donde no fue ella la protagonista. “La canasta más importante de mi carrera no la metí yo. Para mí la canasta más importante la metió Anna Cruz en el último segundo del partido de cuartos contra Turquía en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro”, confiesa.

Del mismo modo, y a pesar de las alabanzas recibidas en el pasado Eurobasket y que este llegara para compensar la desazón de unos complicados meses en su club, ella fija el foco del éxito y la relevancia que tiene el triunfo para el equipo. “Estoy muy orgullosa de formar parte de este equipo por lo que significa y por lo que sé que cada una de mis compañeras ha luchado para alcanzar lo conseguido”, decía recientemente en una entrevista para Gigantes. 

(Foto: FEB)

Sabe que el éxito se obtiene por muchos caminos como el esfuerzo, la constancia, pero también la humildad y esta misma receta aplica a la selección española antes de la Copa del Mundo. Lejos del favoritismo que los recientes triunfos y el papel de anfitriona presuponen, Alba quiere ser precavida y tener los pies bien asentados en la tierra que pisa. “Nosotras no nos consideramos las mejores de Europa o las segundas mejores del mundo, no. Sabemos que en esos momentos competimos bien, pero también sabemos que la línea ha sido muy fina y siempre hemos sido conscientes de dónde estamos”. Para la alero balear, que cada jugadora y el equipo en conjunto entienda y asuma esta lección es fundamental para éxitos venideros. “Es muy importante saber dónde se está y saber que ahora mismo no nos sirve ser campeonas de Europa porque es pasado y ya no cuenta. No nos da un partido ganado, no nos da puntos por lo que hay que empezar de cero y, por lo tanto, es un torneo nuevo”, declara.

Alba Torrens reconoce que “los resultados en los últimos años nos han acompañado, pero yo no me quedo con el resultado, me quedo con la forma de trabajar y afrontar cada reto”. Pese al éxito donde parece quedar instalada en los últimos años, Alba también vivió el sinsabor del Eurobasket de 2011 y la ausencia de los Juegos Olímpicos de 2012, por lo que es muy consciente de lo efímero que es el triunfo en el deporte de élite. “Al final los resultados no acompañarán porque esto es un deporte y a veces ganas a veces pierdes, pero ojalá llegue ese mal momento y el resultado sea bueno y es para ello por lo que luchamos y la ilusión que tenemos”

Prudente en sus palabras, Alba Torrens reconoce la dureza del campeonato y la exigencia de un torneo que se resolverá en apenas 10. Una maratón de partido del más alto nivel donde no habrá lugar a la relajación ni a pensar en más allá del primer partido. “Lo digo de verdad, el campeonato empieza el día uno porque si no ganas ese día ya no puedes hablar de estar en octavos o estar en cuartos. Podemos hacer mil expectativas ¿quién nos puede tocar? ¿quién no? y rivales como Canadá o Francia son dos super selecciones”, señala. Y es que es inevitable hablar del ‘Día D’ que aquel que decide en eliminatoria directa quién compite por la gloria con las mejores y quién queda apeado de ese camino. 

El sueño es llegar y vencer para alcanzar ese hipotético techo que sería jugar las semifinales contra Estados Unidos, auténtico ogro del baloncesto femenino. Un equipo plagado de jugadoras de leyendas y que ve muy complicado de vencer porque “ellas, además, del talento y del físico, tienen una gran ambición y lo sé porque juego con alguna de ellas. Tienen la ambición de seguir demostrando que son las mejores y, para mí, ahora mismo son las mejores. No diré imposibles de batir, pero sí muy complicadas de vencer”, concluye. 

Queda poco para que el balón comience a botar en Tenerife y los sueños de España se vuelque en Alba y sus compañeras. Ella sabe que detrás del equipo hay un país animándolas y por eso anuncia que, “pase lo que pase, este equipo va a estar con la cabeza alta por la manera que tiene de afrontar cada reto”.