«Nueva oportunidad», artículo de Fernando Llombet

BASKETMANÍA ofrece a sus lectores el artículo de opinión del entrenador cestista y colaborador del GRUPO DE COMUNICACIÓN EL DÍA Fernando Llombet.

«Hace siete días, desde esta misma columna, invitábamos a presenciar lo que se suponía que tenía que ser un fin de semana festivo. No restábamos exigencia a la competición de los más pequeños, pero pretendíamos fomentar un espíritu de formación deportiva a lo largo del torneo.

Nos referimos al Campeonato de Canarias de Mini Basket que se celebró en el Club Náutico. Advertíamos que estaba en juego un título y que los niños y niñas de esa edad conocían de la exigencia competitiva y que en sus objetivos no se debía esconder el conseguir el triunfo. Pero, al mismo tiempo, avisábamos del arma de doble filo que suponía concentrar a tanto familiar en una misma instalación con el agravante de la  bombonera en la que se convierte la instalación de Anaga.

No puedo por más que felicitar a quienes ganaron y a quienes quedaron satisfechos por haber alcanzado los logros deportivos propuestos. Con permiso de los equipos pertenecientes a clubs deportivos, a los que no pretendo ningunear y menos cuando dedican parte de sus esfuerzos, humanos y económicos, en hacer que unos niños tengan donde jugar, quiero aplaudir el éxito de aquellos equipos formados por jugadores y jugadoras de un mismo Colegio. Solo quienes vivimos el día a día en un centro educativo valoramos el logro que ha alcanzado, en este campeonato, el Colegio de La Pureza. ¡Enhorabuena!

Pero tampoco puedo pasar por alto volver a censurar los comportamientos desafortunados de quienes acompañaron a esos niños. No seré yo quien imponga penitencias ni quien establezca porcentajes de culpabilidad en esas conductas. Un campeonato de niños, y espero que no suene a demagogia porque no lo pretendo, tiene que seguir distinguiéndose del resto de las categorías, y de otros deportes, por priorizar ciertos valores.

Este fin de semana, desde hoy y hasta el domingo, hay una nueva oportunidad que, incluso, tendría mayor pecado. En el Luther King y en el Nuryana, y por el entusiasmo de los responsables deportivos de ambos colegios, se va a disputar un torneo para niños y niñas de preminibasket. También está diseñado en un sistema de competición, con eliminatorias finales. Se pretende educarles en la competitividad pero nunca jamás ganar por encima de cualquier otro aspecto. Volverá a haber mucho público que acompañará a casi una veintena de equipos y a cerca de doscientos niños. Tenemos una nueva oportunidad para seguir presumiendo de ser protagonistas de un deporte que, hasta ahora, es diferente a otros. ¡Ojalá sepamos aprovecharla!