Sixto Trujillo, un hombre del baloncesto

Los comentarios que han surgido sobre Sixto García Trujillo, presidente del CB San Isidro, me dan pie para elaborar un pequeño artículo de opinión sobre algunas personas del baloncesto tinerfeño que, por sus trayectorias, merecen el modesto reconocimiento de un periodista que les ha «aguantado» (es una broma) durante los últimos 33 años (ya para 34) y los que me quedan por «soportarles» pues a los personajes a los que me refiere tienen más vida que un gato.

Quizás este comentario me anime a elaborar varios capítulos, entendiendo que son muchas las personas que se han dedicado en cuerpo, arma y cartera al baloncesto, sacrificando cosas tan importantes como la familia, la comodidad, la tranquilidad…

Y precisamente quiere comenzar con Sixto García Trujillo, actual presidente del histórico CB San Isidro. Un ser humano especial. Persona con la que he tenido encuentros y desencuentros en estas tres décadas, pero al que siempre he respetado, pues su trabajo, incluso en ocasiones su tozudez, han estado justificadas por su defensa y sentimientos hacia un club, una localidad, unos deportistas…

Recuerdo su faceta de entrenador –lo sigue siendo, aunque no ejerce- del San Isidro, primero en su etapa más juvenil –dicho con respeto- y la segunda en su reencuentro con el banquillo, cuando se hizo cargo del equipo que militaba en la Segunda División.

Una anécdota que todavía recordamos cuando nos tomamos un café (la última vez fue en el 99 y creo que pagué yo) fue cuando en una crónica lo definí como “el entrenador caduco del San Isidro”, aunque no recuerdo exactamente el motivo. Se enfadó mucho Sixto, pero con el paso del tiempo fuimos limando asperezas. Reconozco que cuando le lancé tamaña salvajada era un recién llegado al periodismo deportivo y, como hacen algunos ahora, nos creíamos (porque también estaban Pitti, Imbello, Norchi, Coello…) los amos de la finca al aterrizar con sistemas tácticos, estadísticas y demás cosas que hoy en día son imprescindible.

Sixto García Trujillo, con el paso del tiempo, trabajó para su San Isidro desde otras facetas técnicas, mientras que al frente de la directiva, y del primer equipo, colocaba a gente preparada y con mucha ilusión, lo que hizo grande al club de la Villa.

Un buen día de no me acuerdo el año (del siglo pasado) asumió la presidencia, cargo que hoy, mucho tiempo después, sigue ostentando, ello a pesar de sus problemas con el corazón y de los consejos, no siempre escuchados, de su familia y de los más directos amigos.

Hablar del trabajo de Sixto, como decía al principio, es hacer referencia a cientos de cosas buenas para el baloncesto de La Orotava, y de Tenerife, pero también de algunas docenas de actuaciones no tan positivas y que, en su día, no dudé en censurar, causando algún que otro mosqueo al “presi”, quien no desaprovechó para ponerme a parir. Eso sí, cuando razonaba y comprendía que algunos de esos “palos” periodísticos estaban justificados no dudaba en coger el teléfono y hacerme llegar directamente su parecer.

El baloncesto de la Villa siempre estará en deuda con este singular personaje norteño, un hombre de cuentas –ejerció como profesional de la banca- y un todo terreno cestista, capaz de hacer grande el Torneo María Auxiliadora, “parir” el Internacional Cadete masculino o en permitir que cientos de niños y jóvenes de La Orotava y sus alrededores puedan tener un club serio  en el que poder desarrollar una actividad llamada baloncesto.

Podría seguir escribiendo líneas y más líneas, pero quienes han seguido el día a día del deporte de la canasta sabe cómo trabaja Sixto, cómo se las ingenia para afrontar cada temporada y, también, como se las gasta en ocasiones. Pero un buen cócktel no se prepara sólo con una buena ginebra, hay que acompañarlo con otras bebidas en su justa medida, hielo y, lo más importante, un fuerte meneo. Y de meneos, de decir lo que piensa aunque no guste, Sixto García Trujillo sabe un montón.

¿Recuerdan la frase simpática del mago tinerfeño?. Esa que dice “Al pájaro se le conoce por la cagada”, pues al presidente del San Isidro se le conoce precisamente por su defensa de lo que considera justo, de su pueblo, de sus gentes, de su club… 

¿No creen que cuando se está ante una leyenda del deporte que nos une es preferible optar por el reconocimiento a esa entrega que la repulsa a una acción determinada? Yo, al menos, prefiero quedarme con esas cientos de cosas positivas que ha protagonizado mi amigo Sixto, que las docenas de actuaciones en las que he dicho: «¡Pero que dice este hombre!».  Gracias, presidente, por tu dedicación.

Postdata/ Queda claro que si en el siglo pasado pagué yo los cafés ahora, y tras este artículo, tendrás que pagarlo tu. ¡Ah! y si no tienes perras se las pedimos al concejal Francisco Linares, que debe tener bastante al «regalarle» 2.000 euros al Tenerife CB SAD en lugar de potenciar el Torneo Internacional Cadete Villa de La Orotava. 

Un comentario en «Sixto Trujillo, un hombre del baloncesto»

  • el 17/04/2010 a las 8:07
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    Creo que Sixto no ha protestado ni ha abierto la boca en este tema, pero si lo hace lo hará con razón. Primero creo que los dirigentes del TF, por cortesía tenían que haberse dirigido a él, para informarles antes de hablar con el Ayuntamiento de la Orotava, y lo que este Ayuntamiento ha hecho no me parece bien, ya que no apoyó el campeonato cadete, y a muchos equipos del municipo de otras disciplinas deportivas además de baloncesto muy necesitados . También creo que La Orotava le debe desde hace tiempo un justo homenaje a este hombre que lleva tantos años al frente del baloncesto de la villa. un saludo

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