El BA-LON-CES-TO es solidario

En tiempos difíciles es donde se aprecia en verdad la bondad y los grandes corazones de la gente del deporte de la canasta. Los clubes nacionales se apuntan a la recogida de alimentos y juguetes que irán destinados a los centros u ONGs que se encargan de hacer llegar los mismos a los más necesitados de esta sociedad. Les garantizo que son muchos y que si tienen la oportunidad de darse una vuelta por los lugares oficiales comprobarán la cantidad de gente joven, matrimonios con dos o tres niños… que necesitan de la generosidad ciudadana para poder afrontar el día a día.

Desde BASKETMANÍA hacemos un llamamiento a quienes acuden a las canchas para que lo hagan llevando lo que pueda y quieran. Un kilo de arroz; una caja de leche; pastas y los productos NO PERECEDEROS que consideren.

Por ahora, que yo tenga conocimientos, hay tres equipos tinerfeños que han solicita esa colaboración de los aficionados: Mañana lo hará el Uni Tenerife, que juega en su pabellón chicharrero a partir de las 19:00 horas.

El miércoles, día 21, el Iberostar Canarias hará lo propio, en estrecha colaboración con la Cofradía de la Misericordia de la Parroquia Santo Domingo de Guzmán, de La Laguna. Habrá un stand en el anillo, frente a las cantinas, en el que los amables aficionados que ayuden a los necesitados pueden dejar sus bolsas. El partido del representativo será ante el Palencia, a las 21:00 horas.

Ese mismo día, en el Palacio de los Deportes, es el Tenerife CB SAD, en colaboración con su peña La6, la que recogerá alimentos con el mismo fin.

Yo el año pasado hice una prueba. Me fui a una gran superficie y, con calculadora en mano, comencé a meter alimentos en una cesta, mientras que mi señora, con otra, hacía lo propio. Queríamos participar con una cantidad XXXX y no vean la cantidad de comida que se puede comprar sin que la cifra pase de los tres dígitos. Luego lo llevas, lo entregas con la mayor de la satisfacción del mundo y cuando te dispones a ir a la grada (el palco de prensa en mi caso) piensas que con esa acción hemos ayudado anónimamente a una familia que, tal vez, coincide en la guagua o la vez en el bar de la esquina leyendo las páginas de anuncio en busca de un trabajo digno.

¡Háganlo! notarán esa gran sensación.