Segundo anillo para Pau «spanish» Gasol

Antonio Martín Guirado, Los Ángeles (EEUU), EFE Los Ángeles Lakers repitieron título de la NBA -su decimosexto- y se tomaron cumplida venganza sobre los Boston Celtics (83-79) tras la derrota en la final de 2008, en un partido infumable en cuanto a calidad, pero con una concentración de emoción pocas veces igualada.

Kobe Bryant -23 puntos y 15 rebotes-, pésimo en el tiro durante casi todo el duelo (acabó con 6/24), resurgió de sus cenizas en la recta final para liderar con 10 tantos el último empujón de los californianos, que llegaron a perder de 13 en el tercer cuarto.

Pero los Lakers se dejaron guiar en todo momento por un incomensurable Pau Gasol, autor de 19 tantos y 18 rebotes, con acciones clave a ambos lados de la cancha.

Es el undécimo anillo de campeón para Phil Jackson, el quinto para Bryant y el segundo para Gasol.

Por los Celtics, que acusaron un bajón de energía en el último cuarto, destacaron Paul Pierce con 18 puntos y 10 rebotes, y Rajon Rondo con 14 tantos y 10 asistencias.

El arranque dejó al público angelino algo helado. A pesar de que Derek Fisher encestó su primer triple en toda la serie, la experiencia de Rasheed Wallace dio calma a Boston y contrarrestó el imponente ambiente que se vivía en el Staples Center.

Rajon Rondo recogió el guante y tomó el mando. Asistió a Allen, imprimió velocidad al ataque e insufló carácter a la defensa, claves que llevaron a los Celtics a gozar del primer colchón importante al término del primer periodo (14-23), con buenos minutos de Glen Davis.

Esos 14 puntos fueron la anotación más baja en un cuarto de una Final desde 1955.

Los Lakers acusaban los nervios y se mostraban muy precipitados. Acabaron el primer cuarto con un paupérrimo 6/27 en el tiro (22,2 por ciento), en el que Bryant tuvo mucho que ver, y Gasol se fue al banquillo a los diez minutos con dos personales.

Sin embargo, un parcial de 11-0 comandado por el inefable Ron Artest dio la vuelta a la situación (25-23) parecía arengar a los Lakers a pesar de los malos porcentajes de Bryant y Gasol.

En un constante toma y daca, lastrado por la falta de brillantez en el juego y la imposición de las defensas, los Celtics reaccionaron de nuevo (31-38) con Allen y Paul Pierce dando rienda suelta a sus muñecas justo antes del descanso.

El equipo de Doc Rivers sobrepasó la barrera de los diez puntos al comienzo de la segunda parte (36-49). Eran momentos de gran zozobra para los californianos, colapsados en ataque e impasibles ante el despertar de Kevin Garnett.

Bryant seguía intentándolo a pesar de su 3/17 en lanzamientos y Gasol no recibía el balón. Rondo era amo y señor del partido, y sólo pequeños impulsos a favor de los Lakers, con apariciones clave de Lamar Odom, fueron limando la diferencia, que se quedó en cuatro (53-57) a falta de un cuarto.

Gasol dio primero. Garnett contestó. El Staples comenzó a gritar el nombre de Kobe. Los angelinos confiaban en él a toda costa. Entonces se sacó tres tiros libres de la chistera y Artest se encargó con un dos más uno de empatar el duelo (61-61).

Sonaban tambores de guerra. Habían pasado 42 minutos y todo seguía en tablas. Bryant, con cuatro puntos seguidos, puso por delante a los Lakers por primera vez desde el primer cuarto (68-64), mientras los Celtics, absolutamente bloqueados, se daban de bruces una y otra vez con el entramado defensivo de Phil Jackson.

El «Big-Three» mantenía a flote a duras penas a los Celtics, hasta que Gasol, con un movimiento sideral en el interior de la zona, ahogó a Boston (76-70) a falta de 1:30. Después llegaron tres triples seguidos, obra de Wallace, Artest y Allen, que echaron más leña al fuego, sofocado por dos tiros libres de Bryant y, en los instantes finales, por Sasha Vujacic.

La gloria era Laker. Por segundo año seguido. Y por primera vez batiendo a su eterno rival desde la temporada 1986-87, cuando el MVP fue para Magic Johnson. La derrota de 2008 escocía desde entonces. Pero la venganza aguardaba hoy a los Lakers.

Ficha técnica:

83 – Los Ángeles Lakers (14???): Fisher (10), Bryant (23), Artest (20), Gasol (19), Bynum (2) -cinco inicial-, Odom (7), Brown (-), Vujacic (2), Farmar (-) y Powell (-).

79 – Boston Celtics (23???): Rondo (14), Ray Allen (13), Pierce (18), Garnett (17), Wallace (11) -cinco inicial-, Tony Allen (-), Davis (6), Finley (-), Robinson (-) y Scalabrine (-).

Árbitros: Joe Crawford, Dan Crawford y Scott Foster. Eliminaron por personales a Wallace.

Incidencias: Séptimo partido de la Final de la NBA, disputado en el Staples Center, de Los Ángeles, ante 18.997 espectadores. Lleno.

UN RADIANTE PAU GASOL

Los Ángeles (EEUU), EFE Un radiante Pau Gasol, minutos después de revalidar el título de campeón de la NBA con Los Ángeles Lakers, recordó la derrota frente a los Boston Celtics en 2008 y dijo que los dos anillos que han enlazado se deben a lo que sucedió en aquella serie.

En 2008 los de Massachusetts se alzaron con el título por 4-2 tras humillar a los Lakers en el sexto partido, disputado en el TD Garden.

Gasol recibió numerosas críticas y nació la etiqueta de «Gasoft», por su supuesto juego blando frente al enérgico Kevin Garnett.

«Posiblemente hemos ganado estos dos títulos por lo que vivimos en 2008», dijo el español, que ganó su primer anillo la temporada pasada contra Orlando.

«Sin lo que pasó entonces no hubiéramos vivido lo de ahora. Aquello nos fortaleció. Salimos muy doloridos de Boston y ahora hemos conseguido dos años de ensueño», añadió.

El ala-pívot fue uno de los jugadores más destacados de la Final y para muchos mereció el premio de mejor jugador de la serie, que recayó finalmente sobre Kobe Bryant.

«Todos hemos tenido que ver hoy en el triunfo y a lo largo de la Final«, apuntó el catalán. «Nuestro mejor jugador es Kobe Bryant y el trofeo es merecido. Que yo me lo llevase es secundario; sólo intento hacerlo lo mejor posible siempre para que mi equipo gane«, agregó.

Gasol admitió que ha cambiado respecto a 2008. «He crecido y madurado como jugador. Todo este tiempo, toda la experiencia y todo lo que he vivido en mi carrera, me han ayudado para vivir estos momentos», explicó.

Por último deseó que Phil Jackson, técnico angelino, continúe en el equipo para seguir siendo el equipo a batir.

«Tenemos un equipo campeón y queremos mantener esta línea. Hemos ganado el segundo anillo seguido, esta vez frente a Boston. No puedo pedir nada más», concluyó.