«Felicidades y a disfrutar de la ACB», artículo de Miguel Díez Alegre

«Hola a todos los aficionados al baloncesto y enhorabuena por el ascenso a la ACB. Mi yerno, Agustín Arias, me ha pedido que escriba unas líneas -me las escribe él, yo me limito a comentarle- en relación con el momento que está viviendo nuestro deporte.

Para un veteranísimo de este deporte -acabo de cumplir mis primeros 85 años- ver a los jóvenes, mayores y también a los niños disfrutando de este ascenso; leer los comentarios de jugadores, entrenadores y directivos en los periódicos -todavía los lee a diario- me ilusiona y me emociona. ¡Cómo pasa el tiempo!…

Fui durante muchos años presidente del Colegio de Árbitros, como lo llamábamos antes, y me acuerdo cuando el Canarias logró su anterior ascenso, allá por los años ochenta. Me llamó Pepe Cabrera para decirme que de la ACB se iba a desplazar a Tenerife su presidente Eduardo Portela para homologar la cancha del Juan Ríos Tejera. Yo sabía que las dimensiones iban muy justas, pero había que buscar la fórmula de «engañar» a Eduardo para que le diera el visto bueno. Una vez allí, con cinta métrica, Pepe se encargó de mostrarle los vestuarios a Portela mientras yo y algún amigo del colegio, procedimos a medir el largo y ancho de la pista de juego, la separación con la pared, los banquillos… Cuando salió del vestuario Eduardo me preguntó: «Cómo está todo» y le contesté: «Perfecto, medidas justas con las exigencias. No hay problemas, Eduardo». Y Cabrera sonrió. El Canarias iba a poder jugar en el Ríos Tejera.

Recuerdo aquel momento como otros muchos. Todos, o casi todos, buenos. Siempre comprendí que el club estaba haciendo las cosas muy bien. Por eso, al comentar este ascenso con mi yerno, no me sorprende que el Canarias vuelva a ascender. Siempre ha sido un club basado en la humildad de sus dirigentes. Gente modesta a la que antes de ser directivos veía en las gradas de la cancha Anchieta o en las del Luther King como aficionados.

Me emociona ver a personas que conozco de mi etapa anterior cómo hablan del baloncesto y se les brillan los ojos. El miércoles me visitó Luis Fumero, cargado de fotos antiguas, y hablamos de la fiesta que se vivió en La Palma y de la que se espera para el domingo. A un octogenario como yo estas cosas son como cargar las baterías.

No quiero alargarme aunque me gustaría seguir contándoles muchas historias que viví, pero Agustín me mira fijamente como si me dijera: «Te dije un artículo de pocas líneas». Felicidades a todos y en especial a esa singular afición del CB Canarias, al que un nauta bautizó en su día como la «fiebre amarilla». QUE DISFRUTEN DE LA ACB».

Postdata: Me gustaría ver cómo algún árbitro de Tenerife sube a la ACB, aunque creo que el secreto, al menos en mi época, estaba en tener mucho empuje en el Comité Nacional. Yo le decía a Ángel Sancha qué árbitros deberían ascender y me solía hacer caso, aunque la mayoría del mérito siempre era de mis chicos (Recuenco, Arencibia, Miguelo, Luis Hernández…)

Miguel Díez Alegre

Ex presidente del Colegio de Árbitros y ex jugador del Hernán Imperio, la Guardia de Franco y del Hércules de Icod.