El Iberostar Socas Canarias quiere saldar este domingo una deuda histórica

LA PREVIA EN LA WEB DEL CB CANARIAS

Hace mucho tiempo que el destino le debe una al canarismo. Sí, el destino o quien quiera que mueva los hilos de este enjambre de resortes emocionales llamado baloncesto. Más de dos décadas después, la Fiebre Amarilla, que el fatídico 7 de mayo del 91 decía adiós a la élite en el quinto partido de una tortuosa promoción contra el Ferrol, se apresta ahora a buscar la recompensa a un duro peaje, el mismo que ha supuesto su largo y complejo resurgir  en las categorías nacionales, tras tener que partir de cero, pero siempre fiel a su historia y a sus colores (cambian las canchas y los CIF, pero nunca el sentimiento, las raíces, la pasión, el orgullo, la magia…).

Este domingo, casualidad o coincidiencia, curiosamente un Domingo de Resurrección, el Iberostar Socas Canarias tiene ante sí la oportunidad de devolverle a Tenerife la ilusión de la ACB, a todos aquellos en los que late un corazón canarista en su interior o a todos aquellos que, sencillamente, aman el deporte de la canasta y desean ver en la Isla al mejor baloncesto de Europa.

El grupo de Alejandro Martínez recibe al Lleida Básquet (Pabellón Santiago Martín, 12:30) a un escalón de certificar matemáticamente el regreso de Tenerife a la élite del basket. Veintiún años después de la última comparecencia aurinegra y siete después de que el Unelco protagonizara la última y fugaz estancia insular en la máxima categoría nacional, al equipo tinerfeño le vale incluso perder por menos de 34 puntos para garantizar su ascenso.

Sin embargo, al cuadro de Martínez no le llenan las alegrías a medias. Los aurinegros buscarán la victoria ante un rival tremendemante competitivo. El grupo de Ricard Casas, que firmó un arranque antológico de temporada (seis victorias en las seis primeras jornadas), digerió luego desde la madurez un bache de resultados (cinco derrotas seguidas mediado el curso) e incluso la posterior marcha del ex Granca, Marcus Norris, para llegar al tramo decisivo de la liga con serias aspiraciones a todo.

La conocida capacidad anotadora del ex canarista Jason Detrick, el gran momento de forma de Miquel Feliu, el hambre de triunfar del campeón de Europa Sub 20 José Simeón, el poder interior de Jonathan Kale y Alzamora, la versatilidad de Ramsdell para jugar al tres o al cuatro, el acierto en el fichaje de Dagostino, el oficio de Vázquez o la conocida consistencia defensiva de los equipos made in Ricard Casas, serán algunos de los escollos a superar en un domingo que se pretende que sea histórico. Un Domingo de Resurrección con un torbellino de emociones de por medio para regalarle por fin una alegría al sufrido deporte tinerfeño.