«Y la presunción de desastre se confirmó», artículo de Rony Martín

«Más o menos todos los que intervenimos en este Blog hemos expresado, con mayor o menor acierto, nuestras opiniones al respecto y la amargura que nos ha producido el desenlace final de esta guerra sucia que cuatro mangantes se propusieron ganar con el único objetivo de que el Canarias no pudiera ascender a la ACB.

Como miembro que fui de la Comisión de Seguimiento y consecuentemente por haber tenido acceso a informaciones documentales y verbales de total certidumbre, que por supuesto nunca revelaré, me voy a permitir a continuación dejar caer unas palabras con el fin de que, al menos en conciencia pueda demostrar lo que en resumen de todas estas acciones, triquiñuelas, dejadeces -que es el peor factor que aquí hay que manejar- trampas, y toda clase de circunstancias negativas que impidieron que la Convergencia pudiera llevarse a efecto.

Dice uno de tantos refranes que utilizamos cuando y donde nos conviene que “No hay mas ciego que el que no quiere ver”, pero por esta vez voy a intentar demostrar que, en este caso, la verdad del mismo es irrefutable.

Una vez lograda la constitución de la Comisión de Seguimiento, por culpa de las solicitudes de aplazamiento de quienes todos sabemos, nos encontramos un panorama digno de contemplar, un presidente pasota y sin arrestos, y tres representantes del TCB SAD a cual mejor, el presidente de entonces con claras intenciones desde el principio de enredarlo todo, de no facilitar los documentos que se le exigían ni tampoco presentar las cuantas auditadas de los ejercicios anteriores; un vocal letrado en ejercicio al parecer, abiertamente en contra de la convergencia, y por otro lado una persona que, por lo que manifestó y reiteró a lo largo de las reuniones (que tal como vaticiné y hoy está más que confirmado era quien estaba poniendo las perras) persona cuyos conocimientos sobre contabilidad, censura y auditoría de cuentas, según mi opinión, distó mucho de lo que se necesitaba tener para participar en dicha Comisión, pero esta es mi opinión particular, insisto, pero no creo que, después de toda una vida trabajando en banca, mi opinión sea errónea. Pero todo pudiera ser.

Más tarde el letrado es sustituido por un expresidente con alta titulación que por lógica, al no estar impuesto de los incongruencias contables existentes, y de buena fe me permito pensar, al  igual que el letrado saliente, trató de cambiar la letra y el espíritu del Convenio, dándose también de narices contra la pared, pues sus disparatados propósitos no fueron atendidos.

Sin entre siquiera a analizar la Segunda Parte del Convenio, los despilfarros, las desobediencias, etc. etc., desde el principio fueron medianamente diáfanos y “Todo aquel que lo quiso ver  vio”,  que con esos mimbres pocas cestas se podrían fabricar. Pero hubo ciegos de buena  fe y otros ciegos por conveniencia, pues en época e elecciones poco revuelo se debería armar en el espectro político de los nacionalistas, que desde hace tiempo vienen de capa caída y con la proa hacia el marisco.

Por tanto, insisto, el que no fue ciego por conveniencia bubo de ver con claridad las nítidas estrategias del TCB SAD tendentes a poner todas las dificultades habidas y por haber y además a hacer posible todas las dilaciones que pudieran inventarse, aparte del incremento de la deuda consabida y permitido por  la no acción y omisión del Cabildo a la vez de unas mínimas presiones para evitar que el tiempo transcurriera y las fechas fueran las más desfavorables posibles para el Canarias. Y esto se lo demandamos, tanto desde dentro como fuera de la Comisión, pues la prensa (salvo aquellos que silenciaron el tema y que ahora pretenden apuntarse a caballo ganador y que dieron más importancia a las declaraciones rimbombantes y fuera de toda lógica de los disparates y mentiras de los señores Padrón y/o Ríos, que de la Consejera de Deportes) así lo denunció y advirtió y además advertimos a los representantes de la máxima autoridad Insular, que les parara las “patas” en todos los sentidos, convocando una asamblea general, destituyéndolos, y nombrando rectores de la SAD a los directivos del Canarias. Las reclamaciones desde dentro parten desde octubre según constan en acta. Pero no hicieron absolutamente nada. 

Hoy, después de que el desastre se confirmara, de que no hubiese podido reunir el dinero necesarios para poder competir en la ACB, cuando los hechos denunciados han dado la razón a aquellos que advirtieron oportunamente que todas las acciones del TCB SAD iban encaminadas a entorpecer y torpedear los méritos deporticos del Canarias impidiéndole desde los despachos  que éste pudiera ascender0 Cuando las promesas de todo un Presidente del Gobierno de Canarias, nacido en Tenerife para más desgracia, se han convertido en simples palabras huecas, sin sentido, sin contenido, y a todas luces unas “falsas promesas a sabiendas”, pues fueron pronunciadas cuando él sabía de antemano lo que le harían a los equipos de fútbol de Las Palmas y Tenerife de no darles ni un céntimo y se atrevió a decir que harían todo lo posible para que el Canarias ascendiera con el resultado de todos conocido, sin ruborizarse siquiera. Y el mago de mi tierra diría otro refrán al respecto “Dime con quien andas y te diré quien eres”, pero ya veremos como se auto invitará al Palco de Honor para sacarse las fotos cuando haya algún partido interesante en el Santiago Martín.

Pero es que el Cabildo, lo siento pero no puedo dar nombres concretos, pero por supuesto que su máximo responsable es el Presidente y a él me tengo que referir, y éste debió actuar con más rigor, lo afirmo categóricamente y digo que debió actuar con más contundencia exigiendo se cumpliera lo que estaba escrito y firmado por las tres partes, si esto hubiera sido así, ya estaríamos en la ACB.

Sí, sí, y sí, lo afirmo categóricamente, si Don Ricardo Melchior  hubiera actuado como máxima autoridad insular y hubiera hecho uso de las acciones en poder de la Fundación, esto se hubiera acabado desde el mes de Febrero y hubieran ocurrido tres cosas, primero la desaparición del Tenerife, segundo la tenencia del CIF por parte del Canarias y tercero el ascenso garantizado sin necesidad de tener que desembolsar esa cantidad enorme de euros. Y no es que me alegre que el Tenerife hubiera desaparecido, rotundamente no, simplemente es un paso que habría que dar para poder defenestrar a tanto inepto manipulador y despilfarrador que ha habido en sus consejos de administración, especialmente en el último en donde las mentiras fueron lanzadas como verdaderas arengas o gritos de guerra.

Ahora, anunciado como los ángeles de las trompetas de Jericó, vienen a decir que habrá de hacerse una modificación de la Ley del Deporte para impedir que tanto desmán pudiera repetirse, ahora cuando el daño está infringido al Canarias y a sus seguidores, a estas alturas cuando ya no hay remedio vienen con “pañitos calientes” a tomar determinaciones fulminantes, a intentar cargar todas las culpas en los dirigentes del TCB SAD, y eso sabemos todos que no es verdad.

Tiene tanta culpa quien comete la infracción como aquel que no hizo lo necesario para que ella no se cometiera y la Ley les considera como colaboradores indispensables y directos de los hechos y los pena con el mismo castigo.

Es la segunda vez que nos la hacen, en la primera incluso apropiándose indebidamente de un dinero particular pese a un reconocimiento notarial de deuda, en esta segunda no solo nos han dado en donde verdaderamente nos duele, el impedirnos con malas artes de poder disfrutar del derecho ganado en el parquet de competir en la ACB, por eso no debe de extrañarnos que con las mismas malas artes les permitan, por acción o por omisión, quedarse con las acciones y volver a despilfarrar los dineros públicos contando con el pasotismo de unos políticos que han demostrado tener muy poca vergüenza torera y menos que hatan tratado a todos sus representados con la misma vara de medir.

Pero hemos de tener un mucho de esperanza y obtener en los mismos despachos que nos han negado el agua y la sal, aquello que nos pueda permitir participar con el nombre del Canarias en la ACB; que poca categoría política de esos señores y que pena de tiempo perdido, precisamente por eso, por falta de bemoles.

Rony Martín