Entrenadores que dan «vida propia» a sus banquillos»

iriarte.jpg

FOTO: IÑAKI IRIARTE, EN EL TENERIFE CB

Los 10 entrenadores vehementes

No debe ser fácil estar en la banda conteniendo tus emociones. Quizá no sea ni recomendable. Pero hay entrenadores que, por suerte para el espectáculo, montan grandes shows en el parqué y en la sala de prensa. Y por ello les queremos tanto… Un trabajo de QUIQUE PEINADO que cuelga la ACB en su página.
Marco Crespi: Apenas estuvo una temporada en Sevilla, suficiente para convertirse en un tipo para recordar. Parecía un personaje de una peli italiana de los 70. Y metió al Caja en la Copa.
Zeljko Obradovic: Comenzó montando algún lío de más en la Penya (otro de esta lista, Manel Comas, le leyó la cartilla), pero enseguida se encauzó. Eso sí: sus broncas eran antológicas. Antúnez o Mikhailov se llevaron muchas.
Moncho Monsalve: Servidor le ha visto hacer de todo: broncas antológicas con árbitros, mandar callar a su público, irse a tomar un café y no ver el partido del que había sido expulsado… Un genio.
Moncho Fernández: Con la pinta de apocado que tiene, todos nos quedamos con cara de alucinados cuando le vimos romper la pizarra en aquel tiempo muerto. Sí, monta sus buenos shows.
Quino Salvo: Lo que era como jugador lo fue como entrenador: pasional, extrovertido, genial. Posiblemente, el entrenador que más colorado se ha puesto en un banquillo.
Moka Slavnic: Duró muy poco en el Joventut porque nunca fue como técnico ni la milésima parte del genio que fue jugando, pero en lo que estuvo dejó espectáculos para recordar. Un histrión.
Óscar Quintana: Ese tembleque de mano cuando ataca su equipo, ese cuerpo que se va torciendo, ese rostro crispado… Eso en el campo. Y en las ruedas de prensa, un genio sin fisuras.
Iñaki Iriarte: El gran ‘Iri’ nunca pasó desapercibido. Es uno de esos tipos que viven tanto el baloncesto que no lo pueden contener. Y si le preguntan a Tiago Splitter, les dirá que le debe mucho.
Manel Comas: En la pista mostraba su cara de guardia de la porra. En la sala de prensa ha dado auténticos recitales. Su legendario “mis jugadores son gilipollas” y la etiqueta de NAF a Demetrius Alexander marcaron época.
Pablo Laso: Con esa voz de luchador de ‘pressing catch’ puede poner firme a cualquier jugador (y a un asistente que no le pase la pizarra). Las ‘lasinas’ ya son un pequeño clásico de la Liga Endesa.
BASKETMANÍA:
A esta lista hay que añadir a otro puro nervio en un banquillo, Felipe Coello, a Pablo Casado, sin olvidarnos, ya metidos en la base, a Juan Mesa, Sabela Saigí…
Si conoces a alguno más, no dudes en compartirlo con los basketmaníakos.