Tenerife CB SAD: 20 años entre luces y muchas sombras

FOTOMONTAJE PUBLICADO EN LA WEB DEL TENERIFE BALONCESTO

En el año 1993 se fundó el Tenerife CB. Lo hizo con el nombre verdadero: TENERIFE CANARIAS. En la travesía el club ha vivido buenos, regulares, malos y lamentables momentos. Fue un club nacido para unir, pero DESUNIÓ. Una entidad que se sacó del sombrero negro de mago José Manuel Bermúdez cuando comprobó que las deudas del CB Canarias eran elevadas. Cientos de reuniones, dimes y diretes, campañas de conversión en SAD con mínima participación popular y… el Cabildo de Tenerife salvando el barco del hundimiento al adquirir, en una ampliación posterior del capital social, el 49.9 por ciento.

Trabajo serio de unos dirigentes del baloncesto, protagonismo de los políticos de entonces hasta que un buen día de un año todo salta por los aires por culpa de unos consejeros que deciden suprimir del nombre del club la palabra CANARIAS, que cambia su razón social de La Laguna por Santa Cruz y que de jugar en el Ríos Tejera se pasa al Palacio de los Deportes de la capital tinerfeña.

Hasta que otro día un conflicto de intereses lleva al «golpe de estado» en el consejo de administración, cargándose unos cuantos presumidos y prepotentes al único presidente que mantuvo en número AZULES a la entidad, José Manuel Carbajo.

Ascenso a la Liga ACB de la mano de Paco García, el mejor entrenador que ha tenido este club en su corta historia, hasta que llegó otro día, el que llevó al presidente González Navarro a cesar a Paco García por su pecado de querer defender su contrato.

Guerra de guerras y papá Cabildo de nuevo al rescate, regalándole a los consejeros el dinero que recibió de la ACB por el descenso, propiedad del Cabildo de Tenerife. Como única condición de Ricardo Melchior, presidente, que diera un paso al costado uno de los grandes culpables del mayor derroche vivido en el baloncesto canario. Y no me lo han dicho, lo viví y sufrí, pues dicho personaje, para querer castigarnos a los que defendíamos la honestidad y profesionalidad de Paco García, optó por torpedear las noticias y dárselas toditas juntas al PRIMICIAS, un periodista que, además, tenía a su pareja de entonces trabajando en las oficinas del propio Tenerife CB SAD. Personaje, junto al «alcalde de Pueblo Chico«, el calvito del Norte, que se atrevieron a perseguir al CB Canarias para subirse al carro de los éxitos cuando los aurinegros resurgieron y se convirtieron, con el paso de los años, en el club abanderado del baloncesto tinerfeño.

¡Qué pena! Lástima me da que un club que alcanzó la gloria cestista, que incluso representó a ESPAÑA en la Eurocup, esté ahora agonizando, en una categoría regional y dirigido por ineptos deportivos pues ahí están sus gestiones. Eso sí, reconozco que heredaron derroches de anteriores consejeros, alguno de ellos con acciones que merecerían haber sido denunciadas por el fiscal anticorrupción pero que «algunos» optaron por ponerle de patitas en la calle.

Y entre tanta incongruencia y disparates, una afición, con la peña La6 al frente, de la que se han reído a diestro y siniestro, si bien esos accionistas y aficionados que dicen morir por lo azul y blanco que se llame Tenerife, fueron incapaces de alzar las voces y pedir responsabilidades. Lo más que llegaron a hacer fue a llevar pancartas en contra de Dámaso Arteaga, consejero de Deportes del Cabildo, por querer poner punto final a tanto disparate y crear un Convenio de Convergencia que también se convertirá en basura por culpa de los cuatro que caben en el taxi y que se autoproclaman los dueños del cortijo, por no utilizar la palabra establo.

VEINTE AÑOS que van a pasar desapercibidos pues nadie o casi nadie quiere mostrar sus simpatías por un proyecto que está a punto de morir, aunque algunos, en situación desesperada al verle las orejas al lobo, quieran paliar el desastre tratando de vender un «muerto» con muchos cientos de miles de euros de déficit a clubes peninsulares, a la vez que censuran al CB Canarias por no querer lograr la SAD por la vía de la Convergencia.

VEINTE AÑOS tirados a la basura junto a los más de 2.500 millones de las antiguas pesetas porque desde el Cabildo, el padre de la criatura, no quiso pedir responsabilidades cuando el derroche comenzó a ser de escándalo, con viajes pagados a periodistas afines, como el que me gocé, al coincidir en un viaje a Madrid, con motivo de un Real Madrid-Unelco Tenerife.

Si la justicia logra dar con la verdad y carga sobre el patrimonio particular de los derrochadores, quizás este gris aniversario coincida con el fin de una historia de miedo con final cómico-trágico.

Insisto, la vida y obra del Tenerife CB SAD no me la han contado, la he vivido. Y si alguien discrepa siempre será su palabra contra la mía, con la ventaja para un servidor que el tiempo, ese juez implacable, siempre me ha dado la razón. Ojalá su SEÑORÍA ponga fin a esta historieta por el bien del baloncesto, aunque la verdad es que ya casi nadie le hace caso, salvo los dos afines de siempre que le dan cancha al amante de la foto.

AGUSTÍN ARIAS