elcapitaenciam y su análisis a los clubes Adecco-Oro

Ayer se reunieron en Madrid clubes de LEB Oro. Fue a raíz de la Comisión Delegada de la Federación Española de Baloncesto, donde se admitieron las inscripciones de varios clubes pero sólo 7 pudieron formalizar su inscripción en la segunda categoría del baloncesto español. No hay recursos económicos y las exigencias recaudatorias son elevadas. Clubes asfixiados y una federación regida por un sistema feudal que impone el diezmo a sus feligreses. Por ese motivo ayer se reunieron los clubes de LEB Oro, no solo para la creación de una Asociación de Clubes sino para implorar la mediación del Consejo Superior de Deportes. El comunicado de ayer de los clubes fue bastante contundente, hablando de situación catastrófica y deleznable y cómo la FEB ignora la suplicación de clemencia de sus súbditos.

No obstante lo ocurrido ayer en Madrid fue estéril y poco a tener en cuenta. La situación no pasará a mayores en primer lugar por la amnesia de los dirigentes de los clubes y por la falta de liderazgo en la categoría frente a la Federación Española de Baloncesto. Por eso lo ocurrido ayer en Madrid debe definirse como una revuelta y no como una rebelión, porque tanto el planteamiento inicial como los objetivos no están definidos. Ayer simplemente protestaron aunque hay que poner en duda si realmente son capaces de ir más allá en la exigencia de unos derechos que compensen las obligaciones exigidas por el Edificio de Bronce. Nadie ha osado enfrentarse a José Luis Sáez, menos a semanas de celebrarse el Eurobasket de Eslovenia, una cita a la que todos caen seducidos con la promesa de ir en la expedición oficial con la selección española.

Una revuelta no deja de ser un movimiento social que se opone a la figura del poder. Principalmente suele ser una minoría que lucha por la obtención del reconocimiento de unos derechos. La revuelta simplemente expone un conflicto y se reacciona contra una sensación de injusticia. No obstante en pocas revueltas todos los movimientos resultan organizados sino más bien se ejecutan de manera espontánea. Sin tener en cuenta la consecuencia de los actos. Por eso se trata de una revuelta y no de una revolución, siendo ésta un movimiento social mucho más contundente y organizado con el fin de tambalear las estructuras de poder. En las revoluciones tanto los planteamientos como el resultado son a mayor escala. El éxito en la revolución consiste en la obtención del poder, mientras que el fracaso en las revueltas suele suceder cuando se reprimen al comprobar que no tienen un objetivo definido.

Los clubes de LEB Oro formalizan una asociación sin ser conscientes de las posibilidades que tienen para poner entre las cuerdas a la Federación Española de Baloncesto. Tanto en derechos como en obligaciones. Por ejemplo, en el Edificio de Bronce en la liquidación del presupuesto 2012/13 se reflejó la cantidad de 1,7 millones de euros recaudados como  ingresos en concepto de tramitación de licencias federativas la cantidad de  172.000 euros, mientras que en cuotas de afiliación se ingresaron 1,2 millones de euros y en actividades docentes se ingresaron 117.000 euros. En el Edificio de Bronce se ingresaron en concepto de patrocinio por el naming de las competiciones 495.000 euros por parte de Adecco,  mientras que en concepto de patrocinio técnico la empresa Molten abona a la FEB 40.000 euros. En total la FEB ingresó de sus competiciones 1,9 millones de euros incluyendo además los ingresos de la Copa Principe y la Copa de la Reina.

La realidad nos muestra en los números del ejercicio 2012/13 el reparto de ingresos para la protección del baloncesto más vulnerable. Por ejemplo la Federación Española de Baloncesto destina en subvenciones la cantidad de 823.000 euros para las federaciones territoriales. En concreto 23.000 euros más que en el ejercicio 2011. Por contra, los clubes recibieron de subvenciones procedentes de la Federación Española de Baloncesto un importe de 305.000 euros, cuando en el ejercicio 2011 se destinó la cifra de 1 millón de euros por ese concepto. En total la FEB recortó las subvenciones a los clubes en un 70%, mientras que a las federaciones autonómicas el aumento fue del 1,9%. Recorte letal, aumento sensible. Los dos conceptos.

El objetivo final de una Asociación de Clubes de  LEB Oro debe ser el de obligar a un reparto de ingresos de las propias competiciones para beneficio de los clubes. No es de recibo que la FEB ingrese casi 2 millones de euros como diezmo pero sólo destine 300.000 euros como subvención a los clubes más desprotegidos. En cifras macroeconómicas el contraste es mucho más evidente, un presupuesto de 23 millones de euros donde se destinó 2,4 millones de euros en gastos de viajes y relaciones públicas. Mientras que los clubes agonizan en su asfixia para pagar el diezmo en un régimen feudal y recaudatorio promovido por la Federación Española de Baloncesto. No obstante Sáez como dirigente astuto, inteligente, pero a la vez sibilino, sabrá como sofocar la revuelta, cediendo mínimamente para contentar a sus fe(b)ligreses. Un poco de pan ahora y mucho circo en Eslovenia para mañana. Todo para contentar al pueblo y verse satisfecho en su pequeña revuelta, cuando en realidad los números invitan a una revolución violenta por todo lo alto.

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