TENERIFE por delante; LA LAGUNA en la espalda

«Mientras no dispongamos de un patrocinador llevaremos la publicidad de nuestra Isla y de nuestro municipio en la equipación», indicó recientemente a BASKETMANÍA un consejero del CB Canarias SAD.

La inicitiva es de aplaudir, sobre todo cuando los acontecimientos vividos en el baloncesto de la provincia en los últimos dos años están avalados por una sensacional respuesta del ciudadado tinerfeño y de dos instituciones -Cabildo de Tenerife y Ayuntamiento de La Laguna- que jamás dejaron solo al representativo cuando se presentó la opción de jugar en la Liga ACB mediante la compra, por una cantidad menos elevada, de la vacante dejada en su día por el Lucentum Alicante. Una apoyo institucional en el que no quiso estar el Gobierno de Canarias, todavía presidido por Paulino Rivero, el mismo que sí autorizó el desembolso de 20 millones de euros para la construcción en Las Palmas del Gran Canaria Arena.

Ver al equipo que representa al basket tinerfeño en la ACB lucir el nombre de TENERIFE a la vez que conserva intacto el  de CB Canarias no tiene precio, aunque no estaría mal si la Consejería de Turismo rdel Cabildo tinerfeño recogiera el mensaje y apostara por «comprar» ese espacio publicitario. Seguro que tendrá más beneficios que cuando se tiró literalmente 100 millones de pesetas para patrocinar a un equipo de motos que solo salía en la tele cuando se caían. ¿Lo recuerdan, verdad?…

Pese a lo expuesto, en el club se sigue aguardando a la llegada de un sponsor oficial, lo que parece ser complicado debido a la crisis y, como no, a que la gente que gestiona empresas «maden in Canary Island»  optan por poner la pasta en otro sitio, aunque dentro del propio basket. A buen entendedor… 

LOS «CULPABLES» DEL ÉXITO TIENEN NOMBRES Y APELLIDOS

 El CB Canarias SAD es una entidad dirigida por personas de la calle. Gente que forman parte incluso de la grada, pues la amplia mayoría se enganchó al trabajo en los despachos después de vivir y vibrar con el basket desde su lugar en el graderío del Luther King, del Juan Ríos Tejera o del Santiago Martín.

Y esto, estimados basketmaníakos, es una gran ventaja. Porque viniendo de ese lugar tan popular el quehacer diario tiene sentido común, ganas por crecer y responsabilidad, mucha responsabilidad. La que jamás existió, salvo en los primeros años del nuevo Tenerife Baloncesto, cuando al frente del nuevo proyecto cestista tinerfeño figuraban personas del basket, no personajes nefastos elegidos a dedos por irresponsables políticos. Porque es de justicia hacer ver a los aficionados en general que a presidentes como Benigno Afonso (q.e.p.d.), Marcos Guimerá, Claudio García del Castillo o José Manuel Carbajo, unos más afortunados que otros en su gestión, les costó dinero de sus bolsillos estar al frente de una nave que, con el paso de unos pocos años, «otros» se encargaron de torpedear.

Félix Hernández, que se merece tener una nómina al estar dedicado al club las 24 horas del día, como sucede en la gran mayoría de los clubes profesionales adscritos a la ACB, ha capitaneado un equipo digno de elogio y de admiración, pues además de avalar con sus patrimonios «algunos» dineros prometidos por el Gobierno de Canarias, han ejercido de directivos trabajadores, haciendo funciones que, en «otros lados», encargaban a terceros a cambio de un dinero que no salía de sus bolsillos y sí de las arcas de todos los tinerfeños.

Y esa gente trabajadora tiene nombres y apellidos: Félix Hernández Rodríguez, Benigno Afonso de León (q.e.p.d.), Santiago Cacho Peña, Francisco Cedrés Peña, Guillermo Ramos Pérez, Juan Pedro Núñez, José Manuel Carbajo, a los que se han unido nuevos directivos y colaboradores, también con pasado cestista.

Esta gente, este trabajo y esta gran ilusión que hace soñar con metas altas a quienes amamos este nuestro deporte, se merecen de una vez el homenaje popular. Un homenaje no basado en un acto de entrega de placas mientras se saborea una buena comida (que tampoco estaría mal), me refiero a acudir en masa al Santiago Martín y demostrarle que la masa social tinerfeña respalda el proyecto, les agradece el esfuerzo y apoya a un equipo que, sin grandes nombres, ha salido codearse con los grandes del basket nacional y situarse, en el año del debut, a las puertas de disputar los «play-off».

«Si seguimos siendo 4.000 en el Santiago Martín perderemos pocos partidos y aquellos que logren ganarnos será porque hicieron un gran partido y se hicieron merecedores al triunfo», dijo Martínez el día del inicio de la pretemporada.

Seguir siendo Isla ACB está en manos de cada aficionado al BA-LON-CES-TO. Y si nos apasiona este deporte y queremos que los más jóvenes sigan viviendo esta magia en un futuro ¿por qué no apoyamos a quienes están haciendo muy bien la tarea?

AGUSTÍN ARIAS RODRÍGUEZ