Artículo de @elcapitaenciam en «El contraataque.com»

«El futuro político de la ACB, los nombres para dirigir la Calle Iradier ante su futuro riesgo de quiebra técnica»

Hace más de un mes que los clubes ACB decapitaron el organigrama directivo de la Calle Iradier y a día de hoy nadie se pone de acuerdo. La revuelta es considerable, nadie se pone de acuerdo a la hora de diseñar un plan. Uno de los asuntos más graves que se han reflejado en el baloncesto español se centra en la falta de liderazgo. Desde la marcha de Salvador Alemany del Barça, añadiéndose el ascenso de Jordi Bertomeu como máximo responsable de la Euroliga, dejó al baloncesto español conmocionado. En la actualidad sólo hay tres dirigentes que se mantienen en su posición desde el año 2000, Jordi Villacampa como presidente de la Penya, José Quintana como presidente del Fuenlabrada y Josean Querejeta como dirigente más longevo de la ACB dirigiendo el Baskonia hasta la élite europea.

Tras la marcha de Salvador Alemany por la victoria electoral de Joan Laporta para la presidencia del Barça quedó Josean Querejeta en la soledad de referentes intelectuales, en parte provocada por la volatilidad de dirigentes  de clubes provocada en la última década. Una volatilidad que descuidó el relevo generacional, inquietudes y nuevas formas de interpretar la gestión del baloncesto español. El último capítulo se vivió hace unas semanas y cuyas consecuencias todavía se siguen comprobando en el día a día de la ACB. Los clubes no han unificado criterios, todavía no saben lo que quieren ser en un futuro, tanto en cuestiones estratégicas sino también desde el punto de vista de  consensuar el perfil del nuevo rector de la Calle Iradier.

El debate que se traslada en estos momentos se fundamenta en la reforma del sistema de competición. Las ideas trasladadas por los clubes no tienen nada que ver unas con otras. Unos proponen una reforma del sistema de play offs y otros consideran que se debería revisar los criterios para la clasificación para la fase final. El sistema de competición debería ser lo último a revisar, hay cuestiones mucho más profundas, desde la unificación de criterios económicos de los equipos participantes en la liga, el número de partidos a disputar, un convenio colectivo de jugadores paralizado en estos momentos, la problemática televisiva que ha dejado conmocionados a varios clubes ACB. Cuestiones de vital importancia que son ahora secundarias puesto que la principal de todas se centra en lo más estrictamente político. Quién debe dirigir la ACB y en qué condiciones debería ejercer su papel.

En lo político cada club tiene su propia percepción. Unos consideran que el nuevo rector debería ejercer la figura de dirección general que deba acatar y pasar informes periódicos a los clubes que forman parte de la ACB. Otros consideran que el nuevo rector debería tener autonomía de gestión para imponer su propio plan estratégico con plenas capacidades ejecutivas. Más allá del nombre o eufemismo del cargo los clubes también deben aclarar en el perfil de la persona a ejercer el cargo. Una figura del mundo empresarial, o bien una figura con vinculaciones políticas o bien la figura de un ex jugador con capacidad de gestión y conocimiento absoluto del quién es quién del baloncesto español.

Ahora mismo suenan varios candidatos para dirigir la ACB. Perfiles diversos, de diferentes sectores. Los nombres planteados por el momento son el expresidente del Valencia CF y con pasado en el Valencia Basket, Manuel Llorente, Fernando Arcega propuesto por el CAI Zaragoza, también se ha vinculado la figura del ex jugador Luis Miguel Santillana que se ha reunido en privado con la gran mayoría de dirigentes de clubes ACB para solicitar su apoyo para operar en Calle Iradier. Desde el mundo empresarial ha cobrado fuerza el nombre de Alfonso López ex director de marketing de Endesa y que ahora trabaja para un fondo de inversión estadounidense. Desde el punto de vista político se han añadido el ex Secretario de Estado para el Deporte, Albert Soler del PSOE, como también el ex consejero delegado de la candidatura de  Madrid 2020 Víctor Sánchez del Partido Popular. Nombres que no han sido contactados individualmente por parte de los clubes, nombres que se han puesto encima de la mesa para comenzar a debatir.

Más allá de los nombres y lo que se desea construir de cara al futuro se debe tener en cuenta los asuntos a afrontar en el presente. La amenaza de la Euroliga se mantiene presente, más con la intención de disputar partidos en fin de semana la próxima temporada. También se debe tener en cuenta la finalización del contrato televisivo con RTVE así como afrontar la caótica situación de las televisiones autonómicas en estos momentos. Operadores televisivos que generan a la ACB ingresos televisivos que ascienden a únicamente 1,2 millones de euros para esta temporada 2013/14. Una cifra desglosada por los siguientes operadores: 1 millón de euros aportado por Televisió de Catalunya, Euskal Televista, Televisión de Galicia, Aragón TV y Televisión de Canarias, más los 200.000 euros aportados por RTVE por los derechos televisivos de la Copa del Rey.

Un caos televisivo que deja en jaque a seis equipos, entre ellos Real Madrid, Estudiantes, Fuenlabrada, Unicaja, Cajasol, Valencia Basket y Valladolid puesto que no pueden negociar con ningún operador estatal puesto que el contrato con RTVE lo prohíbe. Ni siquiera pueden negociar con Canal Plus para esta temporada. Los clubes sólo pueden negociar para la emisión territorial de los partidos. Sin ninguna televisión autonómica disponible los clubes se encuentran con la necesidad de negociar con televisiones de ámbito local, abonando los clubes los costes de la producción televisiva para garantizarse una presencia de sus respectivos patrocinadores en su propio territorio. Peor imposible.

Otro asunto a afrontar se centra en los patrocinios. Para la próxima temporada 2014/15 finalizarán los contratos de patrocinio de Endesa, Kia, Orange, Bifrutas y Plátano de Canarias; o lo que es lo mismo, la próxima temporada se dejará de percibir la módica cifra de 11 millones de euros. La no renovación, o la no captación de nuevos patrocinadores provocarán que la ACB esté en quiebra técnica inmediata, sin ingresos para pagar nóminas de administrativos o directivos que componen la estructura de Calle Iradier, sin ingresos a repartir y con la obligatoriedad de en cada club de aportar recursos económicos para sostener la herencia recibida de Eduard Portela, el verdadero asunto a afrontar por parte de los clubes sin que nadie, por el momento, sea consciente de ello a la hora de elegir un nuevo rector que esté dispuesto a asumir semejante reto o mejor dicho, de obrar el milagro.

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