«Ridículo de récord», titula EL DÍA de Valladolid

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El CB Valladolid encajó en el Palau Blaugrana la mayor diferencia de puntos (59) en toda la historia de la Liga ACB y continúa colista

CRÓNICA DE: Manuel Belver (EL DÍA DE VALLADOLID)

Duele. Las derrotas duelen y más si son como la vivida en el Palau Blaugrana. El CB Valladolid continúa muy por debajo de sus posibles prestaciones como equipo de primer nivel y ayer encajó la mayor derrota, no solo de su historia moderna, sino de toda la ACB (59 puntos de diferencia) en casa de un Barcelona que llegaba con muchas dudas y las disipó casi de salida. Los morados acabaron con 50 puntos, con solo 12 de valoración, con cuatro jugadores en negativo, tres sin anotar… demasiadas diferencias y facilidades para cualquier rival. Ridículo.

Ricard Casas continúa sin dar con la tecla del equipo. Porque eso es lo que le falta al CB  Valladolid, ser un equipo, remar en la misma dirección y buscar un juego en el que todos sepan lo que tienen que hacer. Ayer, y no es la primera vez, cada uno hizo la guerra por su cuenta, con individualidades que no ayudan al grupo. Así, los 59 puntos casi se quedaron cortos, viendo que en el último cuarto Xavi Pascual dio minutos a los que menos participan en las rotaciones.

Las críticas son muy fáciles tras un encuentro como el de ayer. Son muchos récords positivos del rival y negativos del conjunto vallisoletano. Demasiados. El CB Valladolid acumula 9 derrotas por 1 sola victoria, es el colista y necesita un balón de oxígeno. Ayer probablemente no era el día. Enfrente, a pesar de sus dudas en los últimos partidos, estaba uno de los favoritos a ganarlo todo, con un presupuesto que puede multiplicar por lo que se quiera al de la entidad pucelana. Pero la imagen… eso que tanto se demanda en positivo, no fue la mejor.

De primero, garra pero sin acierto. De segundo, nada. De tercero, individualidades. Y de postre, apatía. Quizá, por salvar algo, se pueda resaltar el acierto anotador de Johnson. Pero con un hombre no vale. La imagen no fue la mejor, se tiró el encuentro sin mostrar resistencia y, aunque el de ayer, por insistir y dejarlo claro, no era un encuentro de la Liga del CB Valladolid, el amor propio debe hacer entrever un atisbo de esperanza, que no se dio ni vio en el Palau.

Del encuentro, además de Johnson, lo único reseñable fue el primer cuarto, con la única ventaja (2-3, minuto 1) e intentos por no perder el tren hasta el minuto 9 (22-16). Un parcial de 8-0 antes del parón, al que se sumó otro de 10-0 en los primeros cinco minutos del segundo cuarto (40-16) acabó con cualquier opción. Y con el propio CB Valladolid.

El primer cuarto había sido de dominio de los pívots culés. El segundo, de incapacidad anotador de los morados, con la zona que no funciona en defensa y la mala selección de tiros en ataque. Así, el 55-22 al descanso, tras seis puntos solo en este cuarto, invitaba solo a pensar en una dolorosa derrota. Así fue. El tercer cuarto, loco, salvó los muebles. Pero el último, de nuevo con otros seis puntos en ataque, dejó el marcador final, la preocupación, la desolación, las dudas, la imagen penosa y a un colista que tiene marcados otros partidos como los de su Liga, pero que tiene que cuidar los pequeños detalles. Y ayer, también en eso, se está muy lejos de ser un equipo… de primer nivel.

FC Barcelona: Huertas (2), Abrines (12), Navarro (15), Nachbar (7), Tomic (17) -cinco inicial-, Dorsey (11), Sada (4), Todorovic (4), Hezonja (7), Oleson (2), Lorbek (17), Pullen (11).

CB Valladolid: Rowe (-), Suka-Umu (2), Viney (9), Johnson (20), Hartipoulos (8) -cinco inicial-, Izquierdo (-), Cvetinovic (3), Vilhjamsson (-), Martínez (), Sinanovic (2), Andjusic (6).

Árbitros: Benjamín Jiménez, Francisco José Araña y Fernández Sánchez. Sin eliminados.

Parciales: 30-16, 25-6, 32-22 y 22-6.