«Yo presumo, con orgullo, de haber jugado con Wenceslao Perdomo»

JOSÉ CARLOS CABRERA, UNO DE LOS MEJORES BASES DEL BALONCESTO TINERFEÑO, CON PERDÓN DEL CHACHO RODRÍGUEZ, HA DEDICADO UNAS LETRAS A SU AMIGO Y COMPAÑERO DE JUEGO WEN PERDOMO, EN EL MOMENTO DE SU RETIRADA ACTIVA.

CABRERA

«Le prometí poner algo y tengo que cumplir….. Se retiró un grande del baloncesto tinerfeño y tuve la suerte de compartir el momento. Wen Perdomo es el jugador con el que más temporadas he coincidido en edad sénior: dos con el Náutico, otras dos con el Tenerife AB, una en el Canarias, y tras dejar el profesionalismo, una más en el Náutico de Álex Luque, otra en el UNELCO de Toño Pintor y esta última en el Náutico veteranos de….bueno, de nadie realmente… esto es una especie de anarquía autogestionada, pesada, gruñona, pero siempre divertida y con rachas todavía de calidad.

Cuando, con la edad, todos empezamos a retirarnos buscando otros deportes, un sillón para ver la tele o matar el gusanillo en el poli de la Universidad, Wen siguió… y siguió buscando jugar al máximo nivel que le permitieran… mejor en Autonómica que en Segunda y si fuera en EBA mejor todavía. Siguió entrenando 5 días a la semana y ahora lo ves y, salvo alguna arruga y alguna clarea en la calota, sigue siendo el mismo…. la misma intensidad, la misma puntería, la misma dureza y, de vez en cuando, las mismas “perdomadas”.

Resulta complicado definir a Wen como jugador… es inclasificable… Wen es Wen… una especie de metralleta compulsiva para el triple (sólo he conocido otros dos iguales, Pichi Hidalgo y Manel Sánchez de CAI y Breogán), que tira y tira, que no para de correr y que no entiende de controles ni de 24 segundos. Anoche, mientras subía la bola, me di cuenta de que estaba en uno de esos momentos matadores, en una de esas rachas de tirador en los que el balón tiene que ser para él… así que balones a Wen: 4 triples en 4 ataques consecutivos. Igual que lo buscábamos en aquel partido del 87, cuando trituró en Málaga al Mayoral Maristas con una serie de 8/8 en triples.

Nunca le ha desagradado la brega en los sótanos, allí donde el árbitro apenas ve, y nunca ha distinguido amigos de enemigos dentro de una cancha. Sus compañeros jóvenes no entendían cómo es posible que acabaran más molidos en los entrenos –con los célebres “sedantes” de Wen- que en los partidos. Él tampoco entendía tanto lloriqueo, cuando mamó desde chico que al veterano hay que sacarlo, literalmente, de la pista para ganarse el puesto.

Aquella memorable pancarta de la Peña San Benito que decía “Peligro, Perdomo suelto”, no reflejaba sino la desconfianza hacia un francotirador incontrolable al que había que atar en corto, porque te podía liar un partido en dos minutos; y al que, paradójicamente, el Canarias apeló al año siguiente para intentar escapar del descenso.

Y ahora anuncia que se retira. Yo, como muchos, no me lo creo… Wen siempre ha estado ahí… es como el Cola Cao, como las galletas de María, y como Agustín Arias, siempre con nosotros. Nos hemos hecho mayores con Wen en una cancha.

Esperando tener que volver a prometerle dentro de unos años escribir algo en su despedida y sumar unas cuantas temporadas más compartidas… por todos esos contraataques, por todos esos triples, por todas las hostias recibidas y por aquellos magníficos 80… yo presumo, con orgullo, que jugué con Wenceslao Perdomo».

Firmado: JOSÉ CARLOS CABRERA