«El ocaso de la casta», por Cristo Hernández

MAD- CAN (01)
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SECCION: CRÓNICA AMARILLA
TÍTULO: El ocaso de la casta

AUTOR: Cristo Hernández

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La casta es la casta, pero hay vida más allá del bipartidismo. El baloncesto patrio ha sido siempre cosa de dos: aquel que lo gana todo en las ligas regulares de toda Europa y el otro que llega a escondidas desde la periferia y le hace una puerta atrás en el último momento para arrebatarle la gloria. Es la Historia de España escrita desde lo alto de una canasta.
Durante mucho tiempo el baloncesto nacional ha estado polarizado en un constante (y ya soporífero) viaje de ida y vuelta a través del puente aéreo Madrid-Barcelona, aunque cada temporada las diferencias son menores con respecto a los “magos” de provincias.

Y es que el bipartidismo y la casta tienen estas cosas: terminan anquilosándose si las medidas económicas no vienen acompañadas de un poco de imaginación, de políticas sociales y humanas. No todo es la pela.

De vez en cuando saltan a la palestra ambiciosos proyectos, que pretenden desalojar de la cueva de Alí Babá a unos okupas que ya llevan demasiado tiempo vendiendo alfombras persas. El objetivo es descolgar los lujosos tapices y redecorar las paredes con posters de Rocky Balboa y Superman.

Hay muchas formas de acceder a esta cueva de las mil y una noches. Desde hace algunas temporadas, en la Liga ACB se vienen sucediendo diversos intentos (frustrados) de desalojo de la casta, iniciativas dispares como la de los equipos vascos (Bilbao y Vitoria) y el Baloncesto Málaga, subvencionados por emporios bancarios, que intentan el asedio armando plantillas de veteranos mercenarios que llevan toda una vida pateando los parqués nacionales y de medio mundo.

O iniciativas como las del hermano menor catalán, el Joventut de Badalona, que deja espacio para el capital humano que se forma a golpe de cantera, demostrando así que existen otras formas de vida en la Galaxia Básquet.

Luego está el resto que trata de sobrevivir en una travesía del desierto, a veces con gratos espejismos producto del trabajo y de la buena planificación, entre los que nos gusta señalar al CB Canarias.

El talón de Aquiles de aquellos que se consideran invencibles está en la propia ambición del que lo quiere ganar todo. Los compromisos competitivos (Liga, Copa, Euroliga…) a veces pasan factura incluso al banquillo más profundo.

La casta está cansada y las fuerzas se escapan por el sumidero del Tío Gilito, como así demuestra el hecho de que ya no haya un Madrid que lo gane todo o un Barcelona donde la noticia de la semana está en quién no va a jugar por lesión.

Esto tenía que ser una crónica del Real Madrid-Iberostar Tenerife que se disputó el pasado domingo en el que ahora llaman Barclaycard Center de Madrid (siempre hay algún banco detrás de todo) que tuvo como resultado otra victoria de la casta (94-85) en un partido igualado hasta casi el final.

Los de las “white card” hicieron el partido que acostumbran: primera parte, pasito tuntún, para apretar luego en el tercer cuarto y conseguir una buena renta que mantener hasta el final. Donde algunos ven autosuficiencia y poderío, otros vemos cansancio y falta de imaginación. A Laso se le ve el plumero y sus exabruptos desde la banda ya no empatizan. Demasiado histrionismo de feria que ya no engaña a nadie.

Por una vez nos gustaría ver a un Madrid que sale a muerte desde un principio haciendo valer el caché de sus “primeras damas”. Pero es que igual no hay gasolina para llevar el mecano en altas revoluciones durante tanto tiempo.

A pesar de la pasta invertida en fichajes extranjeros, el Madrid es el peor equipo que ficha de toda la Liga si tenemos en cuenta la relación dinero-estadísticas. Se nos llena de orgullo la montera, y hasta la taleguilla, al comprobar que en este galáctico equipo “las estrellas” son del terruño: el Chacho, Rudy, Llull, Felipe Reyes… y porque dejaron ir a Dani Díez, que ya era demasiada “furia roja” para don Florentino, a quien le gusta pescar en caladeros de todo el planeta.

Por su parte, el Iberostar Tenerife sigue postulándose a equipo de playoff. Su defensa numantina y su juego imaginativo y descarado en ataque bien valen una oportunidad frente al guion establecido y el sopor que ya produce la casta.

¡VAMOS CANARIAS!
http://cristohernandez.blogspot.com.es/

Un comentario en ««El ocaso de la casta», por Cristo Hernández»

  • el 04/03/2015 a las 9:55
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    Teniendo en cuenta que desde el título de 2010 del Tau la liga ACB la gana siempre Barça o Madrid, la Copa del Rey desde el 2009 pues la casta o bipartidismo está mas vivo que nunca, por lo que no estoy de acuerdo.

    Antes ganaban títulos el Tau, Unicaja, Joventut,, TDK, jugaban finales el Valencia, Bilbao…creo que el análisis no es acertado.

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