Un «bodrio» llamado Fundación

Me cuenta Rafa González, presidente de la Federación Insular de Baloncesto de Tenerife, que los periodistas estamos siendo un tanto injustos en el trato que le dispensamos a la Fundación Canaria de Baloncesto de Tenerife. Señala que su gran error radica en que sus dirigentes -léase Dani Bercedo, su presidente, y el gerente, Félix Fernandez- no han sabido vender el producto. Vamos, que no salen con frecuencia en los medios para contar lo que hacen, si es que hacen algo que no les venga ya cocido del Cabildo.

En un principio llegué a creer en este proyecto. Los patronos de los inicios me convencieron al hablarme de los motivos básicos de su creación: Generar recursos económicos para los clubes de categoría nacional; ordenación del baloncesto tinerfeño; respaldo incondicional a la base…

Pasan los años y… el gozo en un pozo. Sólo nos han vendido, y muy vagamente, que se ha subvencionado un curso de entrenadores y que ciertas competiciones han sido patrocinadas por la Fundación. ¿Y de los demás temas qué?

Encima llega el Cabildo de Tenerife y, para quitarse un «muerto» , decide ceder el 49,9% de las acciones del Tenerife CB SAD al citado estamento. ¿Un favor o una carga inesperada? ¿Cabe en cabeza humana que el control de un club de esta Isla, convertido en SAD, pueda estar en manos de los demás clubes de esta Isla? ¿Alguien ve normal que el CB Canarias -que compite por todo con cuadro blanquiazul- sea «copropietario» de las acciones del Tenerife CB SAD desde el momento que es patrono de la Fundación?

Y voy más lejos, ¿alguién puede entender cómo la Fundación se atreve a poner en manos de un consejero del Tenerife la representación del 49,9% de las acciones y, para más cachondeo, se abstiene en las votaciones en la junta de accionistas?

Más preguntas: ¿Creen ético y moral que el presidente de la Fundación, Daniel Bercedo, se reúna con los presidentes de los clubes Tacoronte y San Isidro para que estudien la posibilidad de contar con un solo club en la Liga EBA y en ese mismo verano el equipo del presidente, el RC Náutico, acepte el ascenso a esa categoría? Es decir, buscaba un equipo en la EBA y… ¡premio! en lugar de uno, TRES. Y ni dimite, ni proponen el voto de censura ni nada de nada. Todo sigue igual. ¡Viva la fiesta!.

¿Cómo puede explicarse que un club «desaparecido» de la competición, llamado CB Atlantis, ocupe lugar entre los patronos, siendo su representante Alberto Déniz, perteneciente al CB Santa Cruz?

Dicho todo esto llego a la conclusión de que Dámaso Arteaga es el culpable de este bodrio llamado Fundación, entidad que se mueve merced a los dineros que le llegan precisamente del Cabildo. Porque de generar recursos para los clubes, nada de nada. Lo de ordenar el basket, nada de nada. Y lo de atender a la cantera… ese trabajo lo hace, y muy bien, la Federación de Tenerife.

Y, atentos, que para la próxima reunión se «amenaza» con colarse en las interioridades de los clubes. ¿Buscan tal vez controlar las subvenciones que reciben del Cabildo y hacer de puente? Habrá que esperar acontecimientos.