Miguel Tarín, el techo del basket español que el Barça cedió al Náutico en la 82-83

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El blog «RAYOS C en la oscuridad», con firma del «Dr. Kynes», publicó un amplio artículo sobre un jugador especial en el basket español, al que tuvimos aquí cuando el Barcelona lo cedió al Náutico. 

«MIGUEL TARÍN, LA HISTORIA MALDITA DE UN ROCKER GIGANTE BAJO LOS AROS», es el titular del documento que publicó un 3 de febrero de 2013.

«La historia del deporte está llena de malditos, antihéroes y personajes singulares que pese a no destacar por sus aptitudes como deportistas ni por su palmarés dejaron a su paso un recuerdo imborrable por diferentes motivos ya bien sean anecdóticos, curiosos, extraños, trágicos, cómicos, decepcionantes, irritantes, sorprendentes…

Miguel Tarín Ruiz (Barcelona, 24 de abril de 1962), baloncestista profesional que desde 1978 hasta 1993 fue el jugador más alto de España con 2,17 m. es en ese sentido uno de los deportistas mas curiosos de la historia del deporte español. Nunca fue un gran jugador pese a las cualidades que se le presuponían con su espectacular altura y fue una decepción para muchos aficionados, periodistas y entrenadores pero su singular historia y su curiosa personalidad merecen ser contadas.

Un jugador de comportamiento rebelde, histriónico e intereses singulares amante de rock and roll y rocker vocacional de chupa de cuero que se metió al baloncesto por casualidad y durante su trayectoria profesional de 13 años (de 1980 a 1993) produjo todo un cúmulo de sentimientos encontrados.

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Cedido por el Barça al Náutico en la 82-83

El jugador aún necesitaba rodaje y pese a su internacionalidad el Barça optó por cederle a otro equipo para la temporada 1982-83 año en el que su ficha pasa de junior a senior y en los equipos españoles aquel año no podía haber más de diez fichas senior en un equipo. Al disponer de bastantes hombres altos senior, el Barcelona prescindió de su ficha cediéndole al modesto equipo de primera Naútico de Tenerife, cuyo objetivo era mantenerse en la élite y desechando ofertas del Real Madrid, el Valladolid, el Cotonificio e incluso la Cibona de Zagreb.

El jugador continuaba con una exigente preparación para explotar lo mejor de sí en donde tenía mucho que ver Díaz Miguel  además de los técnicos del Barcelona. Debía de hacer footing todos los días por lugares bastante intransitables con zapatillas inadecuadas para su 52 de pie que literalmente le machacaron el talón de Aquiles, en Tenerife solía correr por la playa muy temprano por la mañana y eso resultaba agotador.

Nike, una empresa casi desconocida en España fue quien le suministró zapatillas reglamentarias adecuadas convirtiéndose en el primer deportista español patrocinado por la multinacional nortemericana, que además le surtió de ropa de entrenamiento adecuada a su talla en una época en la que encontrar ropa para tíos de casi 2,20 era ciencia-ficción;” Vestirse en aquella época con mi estatura era un infierno”, llegaría a declarar el jugador.

En Tenerife Tarín realizó una temporada muy discreta (el Naútico descendió de categoría) en donde no demostró apenas progresión aunque sí algunas pequeñas virtudes como un buen porcentaje en tiros de dos puntos y mayor movilidad y rapidez, aunque seguía siendo técnicamente muy limitado y sin destellos propios de una figura del basket.

Lo fui a recibir al Aeropuerto Reina Sofía

 

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Esta foto fue obtenida en el aeropuerto Reina Sofía, en el Sur de la Isla, cuando llegó una noche el techo del baloncesto español. Recuerdo que acompañé a Enrique Alfonso a recibirle. Hablamos en el trayecto hacia Santa Cruz de baloncesto como no podía ser de otra forma. Le llevamos al piso situado en las inmediaciones de Capitanía, en la Plaza Weyler. El jugador se encontró con una cama de pequeñas dimensiones para sus 217 centímetros, problema que se solventó sobre la marcha. Por cierto, el de la izquierda, a cierta distancia para hacer menos «alarmante» la diferencia de centímetros, un servidor.