Sufrir una hemiplejia y tener que asistir a rehabilitación puede convertirse en una odisea en Canarias. Es el caso de la madre de Candelaria González, que después de mucho guerrear ha obtenido ambulancia para desplazarse sólo los martes y jueves, según confirmó la propia Mesa de Transporte.

La hemiplejia que sufrió en el lado derecho la madre de Candelaria en 2006 hace que no pueda caminar y que el médico le haya prescrito que el transporte debe hacerse en una camilla, según asegura la hija de la afectada.

En esa camilla radica el problema. La Mesa de Transporte afirma que "la solicitud llegó el día 9 de diciembre", se gestionó y se le ofreció a Candelaria "acudir a rehabilitación en una ambulancia con camilla a las nueve de la mañana y de lunes a viernes". Después le ofrecieron a las 8:00 horas y ante el rechazo de Candelaria, le ofrecen a las 9:00, pero en silla de ruedas. Finalmente, el 26 de diciembre llegan a un acuerdo, a las 9:00 horas, pero sólo martes y jueves. Ésta es la versión de la Mesa de Transporte.

Candelaria completa que cuando le ofrecieron una ambulancia con camilla a las 9:00, ella quiso consultar antes con la asociación Mararía. Esta ONG le envía una persona para ayudarle a duchar a su madre y Candelaria quiso asegurarse primero de que podrían adelantar la cita. "Es la única ayuda que tengo", explica Candelaria.

Cuando volvió a llamar a la Mesa de Transporte esa oferta ya había expirado y la oferta de las 8:00 horas le parecía demasiado temprano, ya que tendría que levantar a su madre para lavarla y prepararla dos horas antes. Por no hablar de que su madre es diabética y tiene que pincharse a unas horas determinadas, explica Candelaria.

La última opción (ambulancia con camilla a las 9:00 los martes y jueves) no le resulta satisfactoria, porque asegura que su madre está perdiendo rehabilitación. Además, subraya que no le especificaron que sólo iban a recogerla martes y jueves, por lo que el miércoles pasado se quedó con su madre preparada desde temprano pero sin transporte ni rehabilitación.

Este peregrinaje de llamadas de ida y vuelta requirió tiempo. Días que van en contra de la salud de la madre de Candelaria, Adela, que con 83 años ha visto mermada su movilidad y sus posibilidades de mejorar. A Adela le inyectaron una toxina en el brazo para relajarle los músculos y le advirtieron de que la rehabilitación debía comenzar lo antes posible, antes de que se pasara el efecto de esta toxina. De esto ha pasado casi un mes, dice.

Candelaria explica que, al consultar con el servicio de rehabilitación de San Juan de Dios, le confirmaron que su madre tenía hora a diario, pero que la falta de disponibilidad de transporte hacía que "perdiera" esa rehabilitación.

En opinión de Candelaria, "ellos pretenden que la lleve yo en un vehículo". Pero afirma que se trata de un coche que le prestan a veces, porque ella está en paro y no tiene recursos, y que nunca está segura de poder disponer de él.

Estos días, que hizo algunas indagaciones añadidas y se decidió a poner una reclamación por escrito a la Consejería de Sanidad, Candelaria descubrió que el pasado año su madre "había perdido rehabilitación" por carecer de transporte.

Adela, que tiene también dificultades para hablar aunque conserva su lucidez, lloran cuando le sacan el tema. Repite que no va a poder volver a caminar y se deshace en llanto.

Candelaria opina que el agarrotamiento físico de su madre se debe en parte a estas demoras y pérdidas de rehabilitación por falta de transporte.

La Mesa de Transporte depende del Servicio de Urgencias Canario (SUC), que a su vez forma parte de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.