Con el año 2010 a la vuelta de la esquina, el Movimiento Patriótico (MP), que preside José Luis Concepción, ha enviado un memorando, tanto al presidente del Comité Especial de Descolonización de la ONU, Marty Natalegawua, como al vicepresidente de este organismo, Rodrigo Malmielca Díaz, en el que solicita el reconocimiento del mencionado comité para que España, que aceptó y firmó la resolución de la ONU, cumpla el mandato y proceda a la descolonización de Canarias antes de que finalice 2010.

Asimismo, en la misiva remitida a los responsables del citado organismo, el MP solicita que la ONU someta este asunto a la consideración de dicho comité y se resuelva en la Asamblea General de la organización.

Con los mismos argumentos, el MP ha enviado también el mismo memorando a la presidencia del Parlamento Europeo. En este caso concreto, el Movimiento Patriótico añade, además, que "una vez descolonizada Canarias serán sus legítimos propietarios los que decidan democráticamente qué vínculos mantendrá el Archipiélago con la Unión Europea (UE)".

El memorando remitido por el MP recuerda que Canarias es la colonia más antigua del mundo, ocupada por la fuerza de las armas entre 1402 y 1496 y añade que el Archipiélago reúne "todos los requisitos" exigidos por la legalidad internacional para el proceso de su descolonización, basado en varios fundamentos.

El primero de ellos es la Resolución del Comité de Descolonización (1514/XV) de 1960, en la cual se dio un mandato expreso desde 1991 hasta el 2000 para la liberación de las colonias residuales del mundo, y la posterior resolución en la que se prorrogó el mandato expreso desde el año 2001 al 2010, y el segundo la declaración universal de los Derechos Humanos de la ONU en 1948.

Además, la carta alude a los derechos históricos de Canarias "por ser la primera colonia del mundo, el primer país transcontinental colonizado por los imperialismos europeos", y a la extinción del "colonialismo universal, ya que éste es opuesto al derecho que todo ser humano tiene a ser libre, pues se considera un crimen de lesa humanidad, no tiene apoyo jurídico y, por consiguiente, es ilegítima su perpetuación".

También incide la carta en la necesidad de que Canarias "asuma" la posición geopolítica como Archipiélago-Estado en la región noroccidental de África, enclave tricontinental entre América, Europa y África, y en el propio proceso de descolonización, "que es un fenómeno legítimo y pacífico fundamentado en la necesidad vital de cambiar el modelo económico de explotación del colonialismo y el neocolonialismo actual, pues Canarias es una posesión de España en ultramar, disfrazada con una muy pobre autonomía, englobada en las RUP".

Asimismo, el memorando subraya "la necesidad urgente de que el Archipiélago establezca sus fronteras de acuerdo con el Derecho Marítimo Internacional, para así salirse de la Zona Económica Exclusiva de Marruecos, pues sólo constituyéndose en un estado soberano podrá garantizar su supervivencia como pueblo", y alude a la "desprotección" por parte de España con respecto a la sobrepoblación, debido a su propia política colonizadora y al fenómeno de la inmigración ilegal.

La misiva también hace alusión al derecho que le asiste al Archipiélago a constituirse en un estado soberano, con fronteras internacionalmente reconocidas.