Un grupo de profesores de la Universidad de La Laguna (ULL) ha solicitado ante las oficinas de Patrimonio del ayuntamiento y el Cabildo de Tenerife que se inspeccionen y, en su caso se paralicen, las obras que la institución académica está acometiendo en el edificio central con objeto de acondicionarlo para el traslado del Rectorado y que, a su juicio, han causado un "destrozo" en dos aulas "históricas" de este inmueble.

La reclamación ha sido presentada por cuatro docentes, que recuerdan que el edificio figura en el catálogo de "edificaciones patrimoniales a proteger con nivel de protección estructural 1". Según uno de ellos, José María Gobantes -decano de la Facultad de Educación-, "más allá de la polémica y de las argumentaciones legales, se trata de conservar lo que simbólicamente tiene valor, y es indiscutible que estas aulas deben ser conservadas".

La polémica en torno a los trabajos que se ejecutan en dos de estos espacios -el tercero aún se mantiene- comenzó la pasada semana, cuando los profesores denunciaron los hechos y mantuvieron un encuentro con el vicerrector de Infraestructuras de la ULL, Pablo González Vera. Sin embargo, poco después -los días 1 y 2 de mayo-, "se procedió al destrozo definitivo del aula 3 de Químicas, se ha cambiado la cerradura y se ha tapiado para que no accedan los fotógrafos", aseguran.

Este colectivo de enseñantes -que define su proceder como un "movimiento de lealtad" hacia la institución- sospecha que la Universidad continuará próximamente con estas actuaciones en recintos históricos -como la antigua aula magna de Derecho- y critica que se estén desarrollando "sin un plan director y sin debate ni discusión previa". Asimismo, exigen que la institución elabore un inventario del material y el mobiliario del que dispone.

Paraninfo

También en relación con el edificio central, el vicerrector de Infraestructuras expresó ayer su confianza en que la ceremonia de apertura del curso 2009-2010 pueda celebrarse en el Paraninfo tras una década cerrado y dos años de trabajos de restauración. González Vera reconoció que se ha producido un retraso en el proyecto que, además, ha obligado a adoptar "soluciones costosas".

La obra debía haberse terminado hace un año, pero una vez comenzaron los trabajos se comprobó que había "problemas de carga en el escenario" que no tenía "apenas resistencia". No obstante, adelantó que está previsto que el 31 de julio se entregue definitivamente la obra.