La dimisión, este martes, del presidente del Parlamento británico -speaker-, Michael Martin, tras el escándalo generado por los elevados gastos de los diputados británicos, ha reabierto el debate sobre la necesidad o no de que los parlamentarios dispongan de una serie de privilegios "físicos" que se alejan bastante de la media real. Todo ello, amén del "plus" que les da, en muchos casos, su sola condición de diputado.

Si Martin fue el primer "speaker" en verse obligado a abandonar su puesto desde que lo hiciera John Trevor en 1695, no pocos en Canarias se han planteado la pregunta de si alguien debería asumir responsabilidades en la Cámara regional, por un lado, por la impopular subida de sueldos aprobada a mediados del pasado año con una crisis económica en ciernes, y, por otro, por las ventajas de las que gozan los parlamentarios.

Y es que, aunque 59 de los 60 diputados canarios -el popular Miguel Cabrera Pérez-Camacho ha renunciado a cualquier retribución- no llegan a alcanzar las cifras "astronómicas", ni sus privilegios llegan a ser tan numerosos como los de sus homólogos británicos, a nadie se le escapa que gozan de un estatus alejado para muchos.

Límite en el móvil

Entre otros, los diputados tienen derecho a un teléfono móvil -cuyo límite con el nuevo contrato ha quedado establecido en 100 euros- y un ordenador portátil, que puede comprar al finalizar la legislatura.

Además, los parlamentarios pueden viajar gratis entre islas, siempre y cuando el viaje se justifique por cuestiones parlamentarias o de partido. En este caso, y en función de su cargo en la Cámara regional, el pago de estos traslados -que en ocasiones parte de los propios grupos parlamentarios- se hace a través de bonos o directamente en la agencia de viajes.

En el mismo sentido, los parlamentarios disponen para la asistencia a plenos y comisiones de una dieta, aparte de su sueldo, para hacer frente a los gastos de taxi, hotel y manutención. Su cantidad varía en función de la isla de la que se proceda, de tal forma que para los diputados de Tenerife es de 60 euros, de unos 100 para los de la isla de Gran Canaria, y de algo más de 100 euros para los de las islas periféricas.

También tienen sus señorías, al igual que el resto del personal del Parlamento y muchos miembros del Gobierno regional, un seguro privado con la empresa Sanitas, y la excepcionalidad de no pagar párking en los aeropuertos canarios. Asimismo, los portavoces de los grupos tienen derecho a chófer y coche oficial, que, en ocasiones, comparten con otros compañeros del Parlamento.

Otros casos

No obstante, no son los diputados canarios que desempeñan su labor en el Parlamento regional los únicos que gozan de estos derechos. También los tienen los que ejercen su ejercicio político en el Congreso, o aquellos senadores que lo hacen en la Cámara Alta.

Estos también tienen derecho a teléfono móvil, a ordenador portátil, vuelos gratis desde y hasta la península -gracias a un convenio suscrito con la compañía Iberia-, además de un plus a su sueldo por proceder de una comunidad distinta a la de Madrid.

En este caso concreto, los gastos están contemplados en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), mientras que en el caso canario los fondos para tal fin parten de las cuentas de la Comunidad Autónoma.