Las posibilidades de que las demandas sindicales sobre la nueva oferta de Formación Profesional encuentren una respuesta positiva de la Consejería de Educación son mínimas, según se desprende de las palabras del viceconsejero Gonzalo Marrero, quien ayer aseguró que la Administración no parará la reforma de estas enseñanzas ni cree necesario llegar a un consenso sobre ella, pues, a su juicio, se basa en las directrices del Plan Canario de FP, aprobado por unanimidad por agentes económicos y sociales. Por lo tanto, la profunda modificación que el Gobierno regional prevé introducir en la Formación Profesional no se detiene y, de hecho, "no ha hecho más que empezar", como avanzó ayer el director general del área, Manuel Jorge.

Una de las principales reclamaciones de los sindicatos, la prolongación del plazo de preinscripción para contar con datos más fidedignos de la demanda, tampoco tiene visos de ser atendida, pues el viceconsejero dejó claro que la oferta de grupos para el próximo curso -1.513, diez más que los propuestos inicialmente- sólo se reajustará en función de las cifras definitivas de matrícula, y podría suponer la inclusión de grupos que en un primer momento no se han autorizado.

Son trece -siete en Gran Canaria y seis en Tenerife-, y no se han concedido porque se trata de segundos grupos, y Educación ha optado sólo por autorizar los primeros hasta conocer la inscripción definitiva.

Frente a las acusaciones de las organizaciones sindicales, el Ejecutivo autónomo sostiene que la oferta de FP no sufre recortes. Así, prevé 35.434 plazas frente a los 26.960 alumnos matriculados actualmente. Además, según Marrero, "no se suprime ninguna familia profesional". En este sentido, en las Islas se ofrecen 22 de las 26 existentes, lo que convierte a la Comunidad autónoma en "una de las que, por población y estructura geográfica, más implantada y diversificada está la FP".

En cuanto a la evolución del número de grupos, 1.227 corresponden a ciclos formativos de grado medio y superior y de Artes Plásticas y Diseño, 54 menos que en el curso 2008-2009. En cambio, en los programas de cualificación profesional inicial (PCPI) -de reciente creación- se ha producido un aumento, al pasar de 223 a 268 grupos.

La intención de la Consejería, explicó el director general de FP, es "tratar de diversificar la oferta" e incidir en las familias profesionales con mayor empleabilidad, caso de las energías alternativas, los "servicios de clases pasivas" -educación infantil o atención sociosanitaria- o las del sector primario. "Ahí hay que hacer un mayor esfuerzo", indicó.

Por el contrario, Manuel Jorge advirtió de que no se debe "caer en la tentación de ofertar más de lo que el mercado de trabajo puede asumir". Es el caso de las titulaciones relacionadas con la sanidad, que sufren una "sobresaturación". Por ello, avanzó el director general, no se recortarán pero tampoco serán ampliadas.

Informática

Los representantes de la Administración educativa también resaltaron el aumento de la oferta de ciclos a distancia, a la que se incorporarán dos de grado superior: Administración de Sistemas Informáticos y Sistemas de Telecomunicación e Informáticos. Esta modalidad es la que puede evitar la desaparición de ciclos superiores en La Gomera y El Hierro, que ha despertado las protestas de instituciones, sindicatos y organizaciones empresariales. Actualmente se está estudiando una oferta específica de formación a distancia para ambas islas.

Asimismo, se consolida la oferta del ciclo de emergencias sanitarias para ofrecer alternativas a un colectivo que requiere una titulación adecuada, se mantienen las enseñanzas deportivas en fútbol y baloncesto y es probable que se añada balonmano para el próximo curso.

Marrero reiteró que los cambios introducidos en la FP por la Consejería persiguen la reestructuración de la oferta para adaptarla al mercado laboral, aumentar el empleo y favorecer la movilidad.