El Gobierno de Canarias ha pospuesto hasta el mes de septiembre la puesta en funcionamiento de la primera residencia especializada en la atención a personas con discapacidad psíquica y graves problemas de conducta del Archipiélago, puesto que pretende alcanzar un acuerdo con los cabildos insulares para que éstos participen económicamente.

Si bien en un principio la infraestructura iba a ser insular y, por tanto, el 50% del presupuesto lo aportó el Cabildo de Tenerife y el resto el Gobierno canario, ahora el Ejecutivo no tiene fondos suficientes, y ha ofertado al resto de las corporaciones insulares la posibilidad de que, a través de una participación dineraria, se hagan con plazas de este centro especializado.

Así, el principal problema radica ahora en establecer un convenio que regule la participación de todas las administraciones y que se firme lo antes posible.

En cualquier caso, las negociaciones van avanzadas, porque los cabildos han manifestado su interés por hacerse con varias plazas para sus usuarios, así que se baraja la fecha de septiembre como la más probable para que comience a funcionar.

La instalación, situada en un solar anexo a la Hospital San Juan de Dios de Santa Cruz de Tenerife, está completamente terminada desde el mes de enero, y sólo falta el equipamiento y proceder a la selección y contratación del personal, que deberá ser especializado, puesto que este tipo de discapacidades se caracterizan por graves trastornos de conducta, que convierten a los discapacitados en personas agresivas.

En este sentido, el ratio de profesionales por cada beneficiario será superior al de cualquier otro centro hospitalario.

La residencia debía estar terminada en 2006, si bien ha habido numerosos retrasos en su construcción y ahora en su puesta en funcionamiento.

"Estas personas requieren una vigilancia y atención 24 horas al día, pero, a diferencia de otro tipo de enfermos, estos tienen mucha fuerza física y en ocasiones son agresivos, por lo que muchos padres que ya han alcanzado una determinada edad no se pueden hacer con ellos. Por eso es tan necesaria esta residencia, porque los familiares no tenemos otra alternativa que esta para poder descansar algo después de una vida entera entregada a su cuidado", explica la presidenta de la Asociación de Familiares de Discapacitados Psíquicos (Afadis), Paula Romero.

La nueva residencia cuenta con 60 plazas, 40 de régimen residencial y otras 20 para centro de día, lo que a todas luces es insuficiente para la demanda que existe al respecto, ya que sólo entre Tenerife y La Palma ya hay más de 80 casos que cumplirían con el perfil exigido para beneficiarse de este recurso único en las Islas.

Debido a que el Cabildo de Tenerife ha sufragado el 50% de los gastos del proyecto, se le concederá el mismo porcentaje de plazas, y el resto se repartirán en función de las demandas y las aportaciones que realice cada cabildo.

Ahora, falta decidir el criterio por el que se concederán las plazas, aunque parece que tendrán prioridad para acceder a la residencia aquellas personas que, por la elevada edad de sus cuidadores o por la gravedad de su enfermedad, se aconseje su entrada en este nuevo recurso alojativo.