Aún bajo los efectos del archivo del denominado "caso salmón", por el que se investigaba al vicepresidente del Gobierno canario y líder del PP en las Islas, José Manuel Soria, por un supuesto delito de cohecho, el diputado socialista Manuel Fajardo añadió ayer más leña a un fuego que no tiene visos de apagarse.

Durante el pleno del Parlamento, Fajardo aseguró que Soria "volverá a estar imputado" en nuevos casos judiciales, y remarcó que el vicepresidente ha perdido una oportunidad para "salirse del fango de las imputaciones".

El parlamentario recordó a Soria que la Vicepresidencia del Gobierno de Canarias no es "un traje" que le han regalado y que se quita y se pone según le convenga, e insistió en que el también líder del PP canario acudió a la reunión que mantuvo con Francisco Benítez Cambreleng -denunciante e imputado en el "caso Faycán"- siendo vicepresidente canario.

Como se recordará, de esta reunión la revista Época publicó un reportaje con el que el PP quiso demostrar que había habido irregularidades en las detenciones de algunos miembros del PP en las Islas.

A las afirmaciones de Manuel Fajardo se sumaron sus compañeros de partido Francisco Hernández Spínola, Juan Ramón Rodríguez-Drincourt, Julio Cruz, Juan Carlos Alemán y Gloria Gutiérrez, quienes "fusilaron" a preguntas sobre este asunto al también consejero de Economía y Hacienda regional.

"Imputación preventiva"

Soria, por su parte, acusó a Fajardo de haber instaurado la "imputación preventiva", sostuvo que "debería darle vergüenza decir que es abogado", y aseguró que "jamás" ha antepuesto su cargo a su nombre. "No lo he hecho nunca", sentenció.

Además, culpó al parlamentario del PSC de haberse metido en la política "para medrar" en su despacho de abogados, puesto que, según aseguró, "anteponía su cargo en el Cabildo de Lanzarote". "No sé si es verdad, pero cuentan que tenía una tarjeta de visita donde ponía que era presidente en funciones. Esa es la diferencia entre usted y yo", espetó Soria, quien pidió a los socialistas que cambien su estrategia política. "Paren, reposen, mediten, piensen y regresen a la política, no sigan en el fango", añadió.

"No debe ser fácil vivir con tanto odio hacia una persona", ironizó Soria, quien sostuvo que la intención del PSC cuando pretendió su reprobación fue buscar divisiones en el pacto de Gobierno. "Al final los que estaban divididos eran los socialistas", dijo el presidente de los populares, quien aseguró que varios parlamentarios del PSC le manifestaron su disconformidad con la propuesta de su formación.

En la misma línea, acusó también a los socialistas de haber creado la "condena preventiva" y de "patear" a los tribunales cuando emiten sentencias que no les son favorables. Se refería así a las declaraciones del portavoz parlamentario del PSC, Santiago Pérez, quien insistió ayer en que la magistrada Margarita Varona, instructora del "caso salmón", interpuso convicciones personales al criterio legal.

Francisco Hernández Spínola, en cambio, dijo que no es normal que un vicepresidente del Gobierno se reúna con un imputado por un caso de corrupción, y señaló que Soria se ha convertido en un representante de la Canarias "lúgrube y sórdida".

En el mismo sentido, Juan Ramón Rodríguez-Drincourt acusó a Soria de "confundir interesadamente" conceptos "inconfundibles e incasables" con la democracia y el estado de derecho, mientras que su compañero de partido, Julio Cruz, opinó que Soria es una "estrella fugaz" cuya onda expansiva perjudica a las Islas.

También criticó al vicepresidente Juan Carlos Alemán, quien aseguró que Soria lleva meses ocupado en asuntos de este tipo mientras los canarios se preguntan qué pasa con sus asuntos. Además, insistió en que el PP ha convertido a Cambreleng en un "indigno".

Por contra, Gloria Gutiérrez se refirió a la regeneración de la vida política en las Islas y sentenció que mientras que Soria esté en Canarias esto "no es posible". También remarcó que el líder del PP canario "amedrenta" a los que no opinan como él.