Aunque con algo de retraso, la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) dio ayer el visto bueno la declaración de impacto ambiental del Proyecto Monumental Montaña Tindaya, en Fuerteventura, así como a la memoria ambiental del monumento natural que conforma.

Esta resolución es el paso previo e imprescindible para la aprobación definitiva de la idea original de Eduardo Chillida, cuya puesta en marcha ha sufrido retrasos constantes. Según se desprende de la resolución aprobada ayer, el Gobierno canario tiene ahora cinco años para iniciar los trabajos, justo el tiempo que tiene de validez la declaración de impacto ecológico.

En su reunión de ayer, la Cotmac aprobó, asimismo, la revisión de las normas de conservación del Monumento Natural de Tindaya, que, según la Consejería de Medio Ambiente, "responden a la plena garantía de la preservación integral y conjunta de los valores de este espacio, que es área de sensibilidad ecológica y cuenta con la protección parcial de su territorio, a través de la aplicación de la Ley del Patrimonio Histórico Español, que declara Bien de Interés Cultural (BIC) las cuevas, los abrigos y lugares que contengan manifestaciones de arte rupestre".

Entre los usos prohibidos citados en las normas de conservación figuran las autorizaciones de extracciones mineras en el interior del monumento natural que carezcan de un estudio geotécnico que garantice su viabilidad, así como la apertura de nuevas pistas por encima de la cota 200, o en laderas de inclinación superior al 15%. De los usos autorizables, en cambio, destaca la restauración de las zonas afectadas por las extracciones, que deberán ajustarse a lo preceptuado en el Plan de Restauración a que obliga el Real Decreto 2994/1982.

El Monumento Natural de Tindaya ocupa una superficie de 186,7 hectáreas de La Oliva. Este espacio natural protegido alberga yacimientos de relevancia patrimonial, además de constituir un refugio de creencias aborígenes.

Dudas del PSC

Respecto a este asunto se manifestó el diputado del PSC por la isla de Fuerteventura Domingo Fuentes, quien mostró sus dudas sobre el futuro del proyecto de Chillida, del cual ha sido siempre defensor. Curbelo reconoció que el paso dado ayer por la Cotmac puede ser "definitivo", pero advirtió de "han pasado ya 14 años desde que se inició el proceso, se han gastado más de 30 millones de euros y aún no se ha hecho nada".

El parlamentario alertó, además, de que la decisión adoptada por la Cotmac puede provocar ahora la reacción de los ecologistas, que han criticado siempre el proyecto, máxime ahora que Fuerteventura ha sido declarada Reserva Mundial de la Biosfera.

Curbelo advirtió, asimismo, de que la familia Chillida está "temerosa" por los casos de corrupción que han rodeado este asunto, y recordó que, como condición para formar parte de la fundación propuesta por el Gobierno para gestionar el proyecto, ha exigido que se respete la idea original. "Si la familia no entra en la fundación, se acabó la iniciativa", dijo.

En este sentido, el diputado socialista aseguró que han sido 14 años de "tomadura de pelo" de Domingo Berriel y Mario Cabrera a Fuerteventura, de quienes dijo que "se ven en la obligación de seguir" pese a las reclamaciones judiciales.