La Asamblea de trabajadores del Hospital Universitario de Canarias (HUC) decidió ayer denunciar ante la Justicia el proceso de integración del personal en el Servicio Canario de Salud (SCS), con lo que se produciría la paralización cautelar del mismo. "Esto tendría lugar en la primera semana de septiembre, fecha en la que está previsto que se reúna el Consejo de Gobierno de Canarias", según explicó Catalina Darias, delegada sindical de Intersindical Canaria (IC) en una nota de prensa.

Las protestas de un cuarto de hora que se realizaban todos los miércoles a las 11:00 horas se mantendrán hasta nuevo aviso.

Asimismo, se ha decidido presentar un preaviso de huelga para octubre, "con paros efectivos durante ese mismo mes".

Estos acuerdos apoyan la postura de IC, que ya la semana pasada aseguraba que se había "roto el proceso de integración del HUC en el SCS".

IC destaca "los reiterados incumplimientos de la Administración sanitaria" de los acuerdos de integración y el "talante no negociador de la misma" como razones para que la Asamblea de trabajadores haya tomado la decisión de continuar y recrudecer las protestas.

Los motivos

Las concentraciones de protesta comenzaron hace cerca de 15 días y estuvieron motivadas por un nuevo aplazamiento de la aplicación de la sentencia judicial que garantiza la gratuidad de los aparcamientos para los trabajadores, entre otras cuestiones.

El secretario del Comité de Empresa, Guillermo Loño, se quejaba de que se estaban produciendo incumplimientos de la Administración sanitaria de los acuerdos de integración, del Convenio Colectivo y de la Mesa Sectorial.

La pasada semana, la Dirección General de Recursos Humanos de la Consejería de Sanidad convocó sólo a Comisiones Obreras (CCOO) a una reunión informativa, en la que expuso que la integración del personal del HUC en el SCS se iba a hacer efectiva en septiembre.

De ahí la propuesta de frenar una integración que el Comité de Empresa asegura que no se está desarrollando tal y como está establecido en los acuerdos firmados.

Entre otros aspectos, los representantes de los trabajadores rechazaban que las categorías de ayudante de cocina y ordenanzas tuvieran que degradarse al integrarse en el SCS. Ante estas acusaciones, la Administración sanitaria argumentó que la integración era voluntaria.

Los sindicatos también se quejaron de que cerca del 90% de las contrataciones de personal se habían hecho como estatutario. Aseguraron que el acuerdo al que se había llegado es que los eventuales que sustituyeran a personal laboral debían de ser contratados como tales, pero que esto no se estaba produciendo.

La gota que colmó el vaso fue la concesión de la gratuidad de los aparcamientos para los trabajadores que iba a comenzar a principios de agosto. Sin embargo, una contraorden de los servicios jurídicos del SCS dilató un poco más la aplicación de una sentencia firma que data de 2007.

La Asamblea de trabajadores de ayer vino a ratificar el malestar que se ha venido gestando en el HUC y que desembocará en una huelga en octubre si no hay acuerdo.