Si Canarias -y específicamente Tenerife- quiere desarrollar todo su potencial en la investigación de las energías renovables debe contar con un centro universitario especializado. Ésta es una de las conclusiones que pueden extraerse de un estudio que tres investigadores españoles -dos de ellos de la Universidad de La Laguna- publican en la edición de noviembre de la revista científica internacional "Energy Policy", en el que analizan los fondos asignados a proyectos energéticos en el marco del Plan Nacional de I+D+I durante el periodo 2004-2007.

Los datos contenidos en el artículo -firmado por Ricardo Guerrero y Bruno Díaz, de la ULL, junto a José Manuel Martínez-Duart, del Instituto de Ciencias Materiales Nicolás Cabrera- demuestran que los fondos nacionales en I+D se concentran en zonas que cuentan con institutos universitarios específicos en materia de energía, organismos de los que el Archipiélago carece.

Este factor explica que la Universidad de La Laguna figure en el puesto 30 de las 53 universidades españolas en cuanto a aportaciones en I+D de energías renovables, mientras que la de Las Palmas ni siquiera aparece, dado que su labor investigadora en materia energética se ha centrado más en otros campos, especialmente la fisión nuclear. Respecto a las fuentes de energía de cualquier tipo -no específicamente renovables-, la ULL ocupa el lugar 40 de 66 y la ULPGC el 50.

Según Ricardo Guerrero, el Archipiélago, y en concreto Tenerife, deberían apostar por crear un gran centro universitario especializado en energías renovables, que además contribuiría a aportar excelencia a la producción científica de la región mediante la publicación de artículos y tesis.

"Si en Canarias sólo nos concentramos en proyectos de demostración en energías renovables llegaremos los últimos a la fiesta. Las líneas de I+D fuertes se crean en una etapa anterior. Hay que anticiparse". Esta es, según el profesor de la Universidad de La Laguna, otra de las conclusiones que pueden extraerse del estudio.

Ultraperiferia energética

El trabajo también incluye un análisis de la relación entre equipos de investigación en energía, del que puede deducirse que para Canarias "sería interesante favorecer la coordinación de proyectos con otros lugares", ya que en este aspecto "la ultraperificidad también se nota".

En el ámbito español, el estudio llama la atención sobre el escaso peso que tiene la energía en la I+D. Este sector figura el quinto por la cola en una clasificación de las transferencias en investigación y desarrollo. Esto, a juicio de Guerrero, "no casa muy bien con la potencia que tiene España en energías renovables", en especial en tecnologías como la eólica y la termosolar.

"Tener una industria tan potente y estar en puestos tan bajos de I+D supone no hacer una buena apuesta a largo plazo", sostiene Ricardo Guerrero.