"Nunca hemos negado que se han cometido errores", sostuvo ayer la consejera de Educación del Gobierno canario, Milagros Luis Brito, durante una comparecencia sobre las polémicas oposiciones de Infantil de 2007.

La consejera afirmó que el proceso servirá como "aprendizaje", al tiempo que acogió con "satisfacción" la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias que desestima los recursos contra la decisión de la Administración de retrotraer el procedimiento hasta la fase de oposición y volver a calificar las pruebas.

A juicio de Milagros Luis, del análisis del fallo judicial se deriva que es "incuestionable" que la actuación de la Consejería se orientó a que los administrados sufrieran el menor perjuicio por los errores de la Administración.

Según la diputada del PSC María Belén Monzón, la sentencia pone de manifiesto la "falta de rigor y vigilancia" por parte del Gobierno, a quien criticó por retrasar su actuación hasta que se acumularan los recursos.

"La Administración actuó cuando tuvo conocimiento", alegó, por su parte, la parlamentaria de CC Marisa Zamora, quien recordó que, en su celo por resolver el problema, el Ejecutivo contrató a un despacho de abogados para asesorar a los componentes de los tribunales.