Canarias ha sido una de las primeras comunidades autónomas españolas en regular las nuevas modalidades de acceso a la Universidad, según aseguró ayer el director general de Universidades del Gobierno regional, Juan José Martínez. Estos cambios comenzarán a aplicarse este mismo curso y supondrán, entre otras novedades, que la PAU (prueba de acceso desde el Bachillerato) conste de una nueva fase de carácter voluntario mediante la que los alumnos interesados en cursar titulaciones con límite de plazas tendrán la oportunidad de subir nota.

De esta manera, la calificación final vendrá determinada en un 60% por la nota media del Bachillerato y en un 40% por la calificación de la fase general de la prueba, siempre que el alumno haya obtenido en ésta al menos un cuatro. A esto se sumará, para quienes lo deseen, la ponderación de la nota que consigan en la fase específica -en la que el estudiante se examinará de las materias de modalidad que elija-, que será de 0,1 ó 0,2 puntos.

Una segunda novedad de la PAU no se introducirá hasta el curso 2012-2013, y consiste en la realización de una prueba oral de idiomas, cuya organización, avanzó Martínez, "implicará un esfuerzo logístico importante".

Esto por lo que respecta a la selectividad. Pero el Ejecutivo regional también ha regulado el acceso para los mayores de 25 años, que a partir de ahora se diversificará para articular fórmulas diferenciadas para quienes superen los 40 y los 45 años de edad.

Distrito único

La orden que reglamenta estas modalidades de acceso ya ha sido redactada y en breve se publicará en el Boletín Oficial de Canarias (BOC).

En cuanto a los mayores de 25, el texto no incluye novedades de importancia, explicó el director general de Universidades. Sí lo es, en cambio, el hecho de que, por primera vez, la prueba de acceso se conforme mediante un distrito universitario único, de manera que tendrán validez en las dos universidades de las Islas.

La modalidad de mayores de cuarenta años se dirige a quienes, habiendo superado esta edad, no dispongan de una titulación académica que les posibilite el acceso a la Universidad, pero sí de "experiencia laboral convalidable" para ello. Serán las instituciones académicas las que fijen los criterios para la acreditación y el ámbito de la experiencia profesional que pueda beneficiarse de esta medida.

Finalmente, los mayores de 45 sin titulación ni experiencia que pueda ser convalidada dispondrán de su propia vía de acceso mediante una prueba "adaptada".

Además, señaló Juan José Martínez, se contempla la posibilidad de que las universidades organicen cursos específicos para quienes pretendan el acceso para mayores de 25 y 45 años.