Félix Ríos, criminólogo y experto en cuestiones de violencia de género, manifestó a este periódico que en los últimos años, "la comunidad científica que estudia el comportamiento criminal ha visto cómo hemos pasado del reconocimiento cero de la víctima de violencia de género al extremo opuesto".

En su opinión, "no son pocas las mujeres que intentan sacar ventaja de una separación por la custodia de sus hijos, mediante la denuncia falsa, siendo conocedoras del enorme aparato administrativo las respalda".

Para el experto, "las medidas de alejamiento -debido a la enorme cantidad de trabajo que soportan los juzgados- se aceptan de manera cuasi sistemática, sobre todo tras la presión social que supone cuando una verdadera víctima de violencia de género es asesinada a manos de algún desgraciado que cree que la vida humana le pertenece. Nadie habla de ello, pero abogados, jueces, procuradores, policías o forenses, comentamos cada día la enorme cantidad de denuncias falsas que se presentan y la poca base que tienen la mayoría".

Recalca que prestigiosos profesionales, como Ignacio Bolaños (psicólogo forense del Tribunal Superior de Justicia de Madrid), Mari Paz Ruiz Tejedor (Psicóloga de la Clínica Médico-forense de Madrid), Eugenio Garrido (Catedrático de Psicología Social de la Universidad de Salamanca) han confirmado que las denuncias falsas de abusos a menores en casos de separación y divorcio oscilan entre el 35% y el 75%. Félix Ríos recalca que no se posiciona "en ningún bando". Defiende "que es un error hablar de que la violencia intrafamiliar está polarizada, y que es una guerra de hombres a mujeres o viceversa". Para él, "sólo hay unos sujetos que atacan a otros, independientemente del sexo o condición y nadie habla de los malos tratos a ancianos, a disminuidos psíquicos, entre parejas del mismo sexo, de hijos a padres".

Por este motivo, el criminólogo invita a la reflexión.

"Igual que conocemos a alguna mujer que ha sufrido la lacra del maltrato, también admitamos que cada vez más, algunas madres, hermanas, o parejas han conocido el sufrimiento de sus hijos, hermanos o maridos, bajo la presión de una denuncia falsa", asevera.