El presidente del Parlamento de Canarias, Antonio Castro, aseguró ayer que en las Islas hay que reflexionar sobre el futuro de los cabildos insulares y que éstos pasen a ser administraciones únicamente de la Comunidad autónoma.

"Los cabildos tienen que clarificarse porque el tener más competencias comportaría una mayor regulación a través del Estatuto de Autonomía y que su papel sea esencialmente como el de una administración de la Comunidad", argumentó Castro en una entrevista en la que también recordó que las corporaciones insulares "siguen siendo administraciones locales aunque lo sean también de la Comunidad". "En Canarias hay que reflexionar sobre esto porque mantener la ambivalencia institucional comporta complejidades que no son fáciles de encajar institucionalmente", dijo.

Castro recordó además que con la aprobación del nuevo Reglamento del Parlamento los cabildos ahora "tienen la posibilidad, sobre sus competencias, de presentar iniciativas" en la Cámara. Reconoció que las corporaciones reclaman más protagonismo competencial y una participación directa, "que no tienen ahora", en las actividades del Parlamento.

Aquí indicó que estas reclamaciones son un asunto de calado y que debe tratarse en la modificación del Estatuto de Autonomía, "que cuanto antes se aborde mejor para resolverlo". Expuso que la propuesta de reforma compete al Gobierno y que en 2010 llegará a la Cámara, aunque admitió que su tramitación dependerá del tiempo ya que "la legislatura se agota y todos sabemos que requiere también otro trámite en las Cortes". "No decaería una vez aprobado en el Parlamento regional, si hay elecciones al año siguiente", añadió.

Asimismo, Castro aprovechó para recordar que desde septiembre el Parlamento se rige por un nuevo Reglamento. "Se aplica, otra cosa es que haya alguien que lo desconoce o no lo lleva a la práctica con el debido rigor", subrayó.

Por otro lado, el presidente de la Cámara regional consideró que en el Archipiélago "hay que evitar" que la legislación sobre la ordenación del territorio "funcione con el efecto del péndulo, es decir, pasar de los excesos a la carencia absoluta".

Al respecto, admitió que "la crisis ha puesto las cosas en su sitio, ya que nadie duda de que había habido un excesivo crecimiento urbanístico en Canarias".