El portavoz de la Federación de Salud de Intersindical Canaria (IC), Jaime Bethencourt, consideró ayer sospechoso el retraso en el comienzo o acabado de infraestructuras sanitarias, algo que, a su juicio, favorece la desviación de pacientes y tratamientos de patologías a la sanidad privada.

Situación, que, según señaló en un comunicado el portavoz de IC, está acentuada desde que el Partido Popular se hizo con la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias y una vez que la misma "le fue cedida" por CC dentro del actual pacto de gobierno entre ambas organizaciones políticas.

Jaime Bethencourt indicó que ese "asedio" a la renovación y ampliación del conjunto de la red sanitaria pública es vital para atender una demanda asistencial que cada año se ve incrementada por el crecimiento poblacional.

Destacó entre las obras con retrasos los hospitales del sur y el norte de Tenerife, y el edificio de Actividades Ambulatorias del HUC (Tenerife), así como el centro de salud de Santa Cruz de La Palma.

También destaca Bethencourt el retraso en la ampliación y reforma del Hospital de Fuerteventura y el nuevo Hospital de La Gomera.

Las infraestructuras en construcción han sufrido retrasos, reformados de obras y complicaciones varias dentro de una política "chapucera" en la elaboración de los proyectos, distribución de espacios, adquisición de mobiliario y controversias con las empresas constructoras, lo que ha multiplicado por dos los gastos inicialmente previstos, asegura el portavoz de IC. Afirma además que, por lo general, las dotaciones han sufrido retrasos entre los cinco y 11 años, tanto en aquellas en fase de construcción como en aquellas otras como en La Palma en la que no se han iniciado las obras.

Para Intersindical Canaria, los recortes presupuestarios previstos por el Gobierno de Canarias, ratificados por el Parlamento, plantean ahora mayores incertidumbres para el acabado de las obras o el inicio de las aún previstas.

Critica que, además, la Consejería de Sanidad no ha dotado de plantilla esas infraestructuras y pretende una reducción de hasta en un 11% de la actual.

Jaime Bethencourt tiene la impresión de que el Gobierno de Canarias está más preocupado de asegurar la financiación de la sanidad privada con dinero público que de eliminar las carencias de la red sanitaria de la que es responsable.