Un simple roce de pareja. Una pequeña "desavenencia" matrimonial, que se hizo pública y que motivó los celos de uno de los miembros de la pareja. Eso dan a entender los dirigentes de Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP) sobre el cruce de declaraciones de los últimos días entre representantes de los socios de gobierno. Unas afirmaciones de José Manuel Soria motivaron la polémica. Ahora, entre todos, quieren apagarla. Ni siquiera el "pretendiente" en esta historia, el PSC, se cree la pantomima.

"Se reconducirá la situación".- El portavoz de CC en el Parlamento, José Miguel Barragán, que critica tanto las medidas de austeridad adelantadas por Soria (menos consejerías y coches oficiales) por ser "efectistas más que efectivas" y por anunciarlas sin discutirlas antes en la Comisión de Seguimiento del Pacto, está convencido de que la situación "se reconducirá porque tampoco hay que sacar los temas de quicio".

"Lo que queremos ver es el plan de ajuste. Si incluye esas medidas, entenderíamos que son sólo otras más, pero esas iniciativas sólo supondrían, a lo sumo, un millón de euros en ahorro frente a los 120 que hay que recortar", insiste. "Hablamos de aparcar los coches oficiales y los chóferes para usar taxis y de suprimir, como mucho, siete altos cargos del Gobierno", reitera. "Son medidas efectistas", insiste, "¿Y el resto?", se pregunta.

Sobre si la causa de la tensión entre CC y PP responde a la posibilidad, arrojada por los sondeos electorales, de que el PP adelante en escaños a CC tras las elecciones de 2011, el portavoz responde que al acercase la etapa preelectoral "siempre hay más riesgo de este tipo de declaraciones".

En cualquier caso, CC no prevé perder escaños, pero sí que el PP mejore sus resultados a costa de los diputados que perderá la oposición. En este sentido, Barragán rechaza las acusaciones de los socialistas que dicen que esta polémica es una cortina de humo por su mala gestión. "En algo tienen razón: no pasará nada con el pacto, que continuará hasta el final de la legislatura". Además, "esto es sólo una tormenta de marzo que ya se acabó: no da más de sí. Punto final, no hay más historia".

"Burbuja en un vaso de agua".- En esta línea, la portavoz parlamentaria popular, María Australia Navarro, insiste en que la polémica sobre el pacto es "una burbuja en un vaso de agua", y entiende que "nadie está en campaña". "Estamos trabajando por los canarios, y lo que hizo el vicepresidente fueron unas reflexiones en alto sobre un plan de austeridad que va a presentar en el ejercicio de su responsabilidad", justifica.

Subraya Navarro que "se ha querido ver una ola que no llega a tsunami", que no tiene más trascendencia ni trayectoria, y remarca que el anuncio de Soria "en modo alguno" fue un error. "Creo que algunos han querido ver este asunto de manera no oportuna", indice la portavoz conservadora, quien sentencia, sobre si debe ser esta interferencia materia de la Comisión de Seguimiento del Pacto, que "entiende" que un plan de austeridad corresponde "exclusivamente" a la esfera del Gobierno.

"Un paripé".- Por su parte, el portavoz adjunto del PSC en la Cámara, Julio Cruz, asegura que "asistimos a un paripé que denota que el Gobierno tiene dos cabezas, dos líderes, por lo que los consejeros del PP responden única y exclusivamente a Soria y los de CC, ante Rivero". La situación le recuerda "mucho" a la última parte de la legislatura pasada.

En todo caso, la ruptura del Gobierno "no se ha dado ni creo que se dé", asegura. El Gobierno de CC y PP "seguirá con sus tiras y afloja, con sus escenificaciones, diciendo lo distintos que son", critica. Pero no tienen interés en recortar los gastos. Si presentan un plan de austeridad "será de marketing, pero no uno real". Así, coincide al 100%, como adelantó Barragán, en que "son medidas más efectistas que efectivas", que intentan poner cortinas de humo a la mala gestión del Ejecutivo.

No obstante, cree Cruz que "sí hay nervios de verdad" entre CC y el PP, "pero de ahí a adoptar decisiones radicales hay un abismo" porque ambos "se necesitan". Al respecto, reitera que "ya podrá haber las cuchilladas que se quiera, que cuando llegue la hora de la verdad, se sentarán juntos y estarán de acuerdo".

Sobre la reedición del pacto entre CC y PP, Cruz cree que no pueden romper antes de las elecciones de 2011, pero no lo descarta después, si bien admite que es "previsible" que la necesidad de apoyarse mutuamente para volver a gobernar los empuje a pactar de nuevo, de conseguir los votos necesarios para hacerlo.