POR DESCONTADO que Paulino Rivero será candidato de Coalición Canaria a la presidencia del Gobierno en 2011 y por descontadísimo que José Manuel Soria lo será por el Partido Popular; queda por saber quién será el candidato del Partido Socialista.

Las quinielas comienzan a proliferar por ahí y casi todas las papeletas las tiene ahora la delegada del Gobierno de Madrid en la Comunidad Autónoma, Carolina Darias. Parece haber unanimidad en que el aspirante no va a ser el actual secretario general de los socialistas, el recién elegido José Miguel Pérez. Saben los socialistas que la marea López Aguilar se quedó en desencanto profundo, tras las malas artes demostradas por el susodicho a lo largo de su actuación. López Aguilar fue un fraude para su propio electorado. Y lo mismo que consiguió unos resultados excepcionales, históricos, para su partido, su imagen decayó con tal fuerza que en los últimos comicios no ganó ni en su mesa electoral, ni en su ciudad, ni en su isla. No ganó en ninguna parte.

López creó una fauna política deleznable, una suerte de vengativos combatientes que ven enemigos por todas partes y que son iguales de demócratas que el general Franco. Algunos de quienes le bailaron el agua en los primeros momentos, perdiendo, incluso, su dignidad política, lo calaron pronto y se le fueron de al lado.

Tal es el caso del nuevo portavoz socialista en el Parlamento de Canarias, Francisco Hernández Spínola, un hombre inteligente y capaz, que se dio cuenta de los manejos de su jefe de filas y se le rebeló. La peor criatura formada en los pechos de López fue Santiago Pérez, un manipulador nato, una persona que disfruta denunciando a los demás y un pésimo político que nunca ha ganado nada ni jamás lo ganará. Un revanchista. El resto de la camarilla es de segunda división; no vale la pena siquiera citarla.

Carolina Darias no posee tirón electoral alguno, pero es lo mejor que tienen, si no citamos a Jerónimo Saavedra, que sigue siendo uno de los mejores políticos de Canarias. Podría ser una candidata aceptable y concitar algún voto femenino, aunque no creemos que el feminismo gane ni pierda elecciones a estas alturas.

Este es el runrún que se escucha por Canarias. No hay muchas cosas nuevas, la verdad. Quizá lo más imponente sea la imagen patética de los perdedores de la guerra interna en el PSOE. Han perdido el congreso socialista y han perdido las ínfulas que tenían. Ahora deambulan por el fango que ellos mismos crearon a pulso. Dios castiga sin piedra ni palo.