El Pleno del Cabildo de El Hierro, en sesión extraordinaria, acordó ayer por unanimidad solicitar al Parlamento de Canarias la revisión de la Proposición de Ley por la que se crea un nuevo catálogo canario de especies protegidas.

Según explicó ayer la institución en un comunicado, el acuerdo se tomó tras analizarse los informes técnicos de la Universidad de La Laguna y de sus propios biólogos, que no están de acuerdo en la categorización de varias de las especies herreñas incluidas en el catálogo, e incluso destacan la ausencia de alguna de ellas, como el rabijunco etéreo (Peatón aethereus), especie que ha nidificado en El Hierro, por primera vez en España, hecho constatado por técnicos de la Sección de Biodiversidad de la Institución y publicado en revistas científicas, y que no se encuentra recogido.

Los informes también añaden el hecho de que no se incluya la distribución insular en el Archipiélago de las especies y la ausencia de distinción entre las categorías de amenaza entre islas, como el caso de la paloma rabiche, que se cataloga como sensible a la alteración del hábitat, pero que en el caso de El Hierro debería ser especie "en peligro de extinción", algo que igualmente afecta al lagarto gigante de El Hierro.

"No nos parece adecuado que, no habiendo desaparecido los factores de amenaza y teniendo en cuenta los daños padecidos en el centro de recuperación de la especie en 2007, se deje abierta la posibilidad, con la nueva categorización, de que se vea rebajado su grado de protección al incluirlo en el anexo V, categoría supletoria en el catálogo canario como vulnerable, cuando su categorización debería ser en peligro de extinción", afirma la consejera insular de Medio Ambiente, Claribel González.

Los consejeros de la Institución demandan que en su proceso de elaboración se introduzcan criterios de consenso y las garantías necesarias de protección de la flora y fauna canaria, cuyas categorías de clasificación "no deberían rebajarse si no quedan demostradas o argumentadas con datos y criterios técnicos, lo que pasa -a su entender- por conseguir el máximo consenso político y social, contando con el asesoramiento de técnicos, científicos, universidades y centros museísticos".

También han solicitado que se incluya la participación de los cabildos, ya que son gestores de los espacios en los que habitan muchas de las especies amenazadas, así como responsables de la ejecución de los planes de recuperación y conservación de estas especies.