El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, ha opinado hoy que si no se llega a un acuerdo pronto entre los sindicatos y los empresarios sobre la reforma laboral "el Gobierno tiene que imponerlo", ya que apuntó que a veces un político tiene que tomar decisiones que no son entendidas por algunos, pero en las que confía que den resultados, según puso hoy de manifiesto durante su intervención en el Foro Cinco Días, que tuvo lugar hoy en Las Palmas de Gran Canaria.

"Está todo inventado --sobre la reforma laboral--. Es coger el modelo alemán, holandés o el danés. Hasta Portugal ha hecho reformas del mercado de trabajo. Hay muchas variantes, hay quien ha tocado derechos adquiridos por los trabajadores y quien no los ha tocado. Yo creo que no es necesario tocar derechos adquiridos pero hay un amplísimo margen, que es lo que ha hecho Alemania", dijo.

Aquí, apuntó que el país germano ha articulado una serie de medidas que tiene que ver con ayudar a mantener los empleos, el llamado contrato alemán, mientras recordó que en otros países se han impulsado los contratos a tiempo parcial y que las nuevas contrataciones tengan un régimen totalmente diferente a la situación actual, "que sea mucho más flexible".

Rivero entendió así que existe margen de actuación pero que si no hay un acuerdo entre sindicatos y empresarios en un tiempo relativamente corto "el Gobierno tiene que imponerlo". "Tiene que imponerlo", reiteró mientras recordó que en 2008 sugirió a Zapatero que era una buena medida la congelación de los salarios del sector público. "La debilidad de un Gobierno que no tiene mayoría parlamentaria y que determinadas medidas impopulares pueden tener contestación y dar lugar a huelgas, creo que coartó esa posibilidad", afirmó.

"Hoy --continuó-- la pregunta y la reflexión para los sindicatos es la siguiente: ¿No hubiera sido más razonable en el cuadro que teníamos haber propuesto y contribuido a una congelación salarial que permitiera no llevarnos a medidas tan drásticas como las que se han tomado ahora o a pérdidas de puestos de trabajo que se van a llevar a cabo por no haber hecho bien las cosas en su momento y buscar más compromiso?".

En este sentido, expuso que a quien gobierna se le presupone que debe tener una serie de argumentos, conocimientos e intuición para tomar decisiones que en su momento no son entendidas por una parte importante, pero que son medidas en las que se confía que den resultado.

"Es imposible si esperamos que todo tenga que ser con acuerdo de todos. Absolutamente imposible. Siempre hay decisiones que, en primera instancia, parece que perjudica a una parte y no se quiere ver el global. La falta de decisión nos lleva luego a perjudicar al conjunto", concluyó.