El Gobierno regional aprobó el pasado jueves, por fin, la distribución del recorte presupuestario por 126 millones que le exigió el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) a fin de reducir el déficit de este año, si bien aún se desconocen cuáles serán las partidas concretas que se verán afectadas. De entrada, la fórmula que escogió la consejería regional de Economía y Hacienda, dirigida por José Manuel Soria, cuenta con el rechazo de la oposición, enciende las alarmas entre los empresarios y defrauda a los sindicatos.

Como se recordará, el Gobierno decidió concentrar casi un tercio del recorte (unos 37,5 millones de euros, cerca del 30% de los 126 millones en total) en los departamentos que gestionan Sanidad, Educación y Empleo, áreas esenciales que, al ser las que manejan más dinero, también son a las que más recursos se puede restar con menor afectación proporcional.

En todo caso, la medida llega con retraso pues el Estado impone ahora otro "tijeretazo" en las cuentas canarias que, previsiblemente, supondrá otra bajada de 50 millones más a las arcas canarias.

¿Pero era posible otro reparto? El director del Gabinete Técnico de Asuntos Económicos de CCOO de Canarias, José Miguel González, así lo cree. Para este especialista, desde el punto de vista del gasto "obviamente" había otras áreas menos necesarias, como las empresas públicas, que no generan un volumen de actividad significativo. Pero más importante aún que el gasto son los ingresos. "Hay que analizar de forma más personalizada el presupuesto de los beneficios fiscales (los impuestos que se dejan de recaudar). Y es que CCOO recuerda que la supresión del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones supone que la Comunidad renuncia a una recaudación potencial bruta de unos 200 millones de euros al año, según los cálculos de la propia autonomía.

La cifra global de impuestos que Canarias renuncia a cobrar asciende a unos 900 millones de euros por año. "Tendría que volverse a implantar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones", insiste el técnico sindical.

Para aminorar el gasto, González aboga por que la Administración estudie mancomunar algunos servicios a través de los departamentos pertinentes para asumir ciertas actividades que ahora hacen los otros. González admite que es cierto que incrementar los impuestos indirectos sería negativo con la actual crisis, pero deja claro que CCOO apuesta por dotar de una mayor "progresividad" al sistema fiscal mediante la modificación de los impuestos directos, los que afectan al nivel de renta.

Desde el punto de vista del gasto "estamos en contra de cualquier recorte de características sociales, sobre todo porque las políticas públicas son las que están sufragando los problemas de las personas, que no han causado la crisis y son las que más la sufren", señala. Sobre los recortes previstos para las áreas de Sanidad y Educación en concreto (donde es probable que la rebaja afecte a los gastos de personal), CCOO aboga por tomar muy en cuenta el análisis coste-beneficio de disminuir el poder adquisitivo de los trabajadores (sean o no funcionarios).

"Puede pasar que para sanear las cuentas públicas se incorporen peores expectativas de crecimiento económico en la Comunidad donde mayor tasa de paro existe. Esto hay que tenerlo muy presente", advierte. La tarifa canaria del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) "normalmente se usa para originar deducciones, pero no para aumentar la capacidad recaudatoria, cuando podría incrementarse por esta vía", sostiene. "Los que más tienen deberían ser los que más sacrificios lleven a cabo".

Peligro para la inversión

Por su parte, el director de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Vicente Dorta, tiene claro que las administraciones deben hacer una política de reducción de gasto "porque hay un déficit muy alto en todas ellas".

"El asunto está en si esos ahorros merman el gasto productivo y la inversión", advierte antes de explicar que los recortes deberían servir para aminorar los gastos corrientes. Por ese motivo, "el problema no es tanto cuánto restan a cada consejería, sino si la reducción va a afectar la inversión productiva en el sistema y la generación de riqueza, si va orientada a rebajar la inversión o a disminuir el peso de la Administración y de los gastos corrientes".

Y es que el presupuesto canario para este año "ya fue bastante limitado" para la inversión productiva "y si lo recortan más tendrá un efecto negativo, cuando ahora lo importante es que las administraciones tiren para generar actividad económica y servir para dinamizar la economía". Así, "si descuentan aún más fondos para la inversión productiva tenemos un problema".

menos dinero

La Sanidad, a niveles de 2008

Aún es incierto si el recorte anunciado por el Gobierno central para 2010 y 2011 tendrá efectos este año. Lo que sí está fuera de discusión es que con las rebajas ya aprobadas, la Sanidad y la Educación de las Islas vuelven a los niveles de financiación de 2008. Sanidad, que perdió con la última rebaja 16,4 millones de euros, ahora espera gastar un máximo de 2.709 millones de euros, cuando en 2008 tuvo un presupuesto inicial de 2.701 millones. Educación perdió 10,6 millones, hasta alcanzar un tope de 1.770 millones en 2010, frente a los 1.778 millones de 2008.