"Si no hay una denuncia no podemos garantizar la protección de las mujeres que sufren malos tratos". Con estas palabras la ministra de Igualdad, Viviana Aído se lamentaba la semana pasada por las "cifras más que preocupantes" que está dejando la violencia de género en España en lo que va de año, con un total de 31 víctimas mortales, 32 si se contabiliza la anciana presuntamente asesinada por su ex yerno este fin de semana en el municipio tinerfeño de La Guancha.

Sin embargo, los niveles de retirada de denuncias por malos tratos siguen siendo elevados, sobre todo en las Islas, donde según los datos del Observatorio de Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial durante 2009 se presentaron 8.982 denuncias y fueron retiradas 1.077, es decir, un 12%, cuatro puntos más que la media nacional.

Este dato es especialmente significativo si se tiene en cuenta que Canarias es la comunidad autónoma con mayor número de denuncias en relación a su número de habitantes.

Los expertos en el trabajo con las mujeres víctimas de malos tratos vinculan estas cifras con el hecho de que muchas de las mujeres tras denunciar a su pareja o ex pareja tras un hecho violento tienen miedo de que la represalia pueda ser incluso peor, por lo que se deciden a quitarla.

También tiene mucho que ver el hecho de que en la mayor parte de los casos las denuncias no las interpone ni la mujer que sufre maltrato ni su entorno, sino que se hace a través de una intervención policial. En concreto, según un estudio encargado por el Instituto Canario de Igualdad (ICI) sólo el 1% de las denuncias son presentadas por el entorno más cercano de la víctima. En este punto es cuando la mujer suele negar los hechos y trata de que la denuncia no siga su cauce legal, puesto que considera las agresiones como de poca importancia, pasajeras o incluso merecidas.

En la retirada de denuncias igualmente tiene un papel importante el hecho de que las víctimas suelen aceptar las disculpas de su pareja o ex pareja, que promete que se trató de un hecho aislado y que no volverá a repetirse nunca más. Es lo que los expertos denominan "Luna de Miel", puesto que tras esas disculpas el agresor suele mostrarse arrepentido y hace todo tipo de acercamientos románticos a la mujer que hacen que ella tenga dudas sobre si ese cambio de conducta es duradero o no.

En cualquier caso, cuando se manifiesta la anulación total de la mujer es cuando, como motivo para retirar la denuncia o incluso para negarse a declarar contra el maltratador, justifica la agresión señalando que se la merecía.