YA ESTÁN en la pelea Paulino Rivero y José Manuel Soria. Es lógico. Mucho había durado el pacto, que se va a hacer trizas en otoño. Lo de Coalición Canaria nos parece un poco preocupante, porque utiliza un lenguaje en Canarias y otro en Madrid, a través de sus atribulados portavoces doña Oramas y don Perestelo. Dos ejemplares.

Sin llegar a hacerlo del todo, Paulino y Soria han comenzado a descalificarse. La lucha será, en unos meses, sin cuartel porque ambos partidos están situados en el centro-derecha, solo que uno está en el centro-derecha nacionalista y el otro en el centro derecha nacional. Que no es lo mismo.

Paulino Rivero está muy sereno. Quienes le tratan a diario dicen que no pierde los nervios y que confía en la victoria en el 2011. Lo que ocurrirá después nadie lo sabe, pero Jerónimo Saavedra, un hombre tremendamente pragmático, ha dicho que es preciso acercarse a CC. Y este es un aviso a navegantes. Hay también dos PSOE: uno, el radical, el intransigente, el torpe, el de Santiago Pérez; el otro, el práctico, el socialdemócrata, el más consciente de la realidad de Canarias, que es el que representa Jerónimo Saavedra. Es este PSOE el que prefiere Paulino, aunque sus coqueteos con Zapatero, que es más socialista decimonónico que socialdemócrata, extrañan no poco.

Pero la pelea ha comenzado y el PP y CC se disputan casi el mismo electorado. Los que piensan en Canarias como una nación votarán a CC; los que piensan que Canarias es parte indivisible de España votarán al PP. No hay demasiados secretos en este sentido. Lo que sí existe es una lucha de sentimientos que por algún lado tendrá que salir. Y esto es precisamente lo que provoca la pelea, que ha comenzado, y que ya no cesará hasta las mismas elecciones, esté roto el pacto realmente -ya lo está de facto- o no.

¿Ha sido bueno este pacto? Probablemente, sí. El Gobierno socialista se ha dedicado a prometer y a no cumplir y el PP y CC han forzado no pocas veces ese cumplimiento, que según Paulino se ha producido, según Ricardo Melchior, no, y según José Manuel Soria, tampoco. ¿Se ha cumplido el Plan Canarias? Según Rivero, sí, según Melchior, no; según Soria, tampoco. ¿Pero en qué quedamos, quién engaña a quién? Lamentamos no tener las respuestas a estas preguntas.

La situación entre los amigos se va a tornar tensa. Estén ustedes preparados para la guerra. Ya se han cruzado las primeras palabras y se han producidos los chispazos iniciales, antes de la gran descarga, que llegará. Ya verán ustedes que llegará.