La independencia de Canarias fue reivindicada en la mañana de ayer por cerca de 300 personas, cifra facilitada por la Policía Local, que recorrieron las principales calles de Santa Cruz de Tenerife en una manifestación convocada por el Congreso Nacional de Canarias (CNC) con motivo de la celebración de la creación de la primera bandera independentista del Archipiélago, el estandarte en el que figuran las "siete estrellas verdes".

El presidente del CNC, Antonio Cubillo, que encabezaba la marcha, destacó la importancia de la efemérides, ya que se trata de la bandera, creada en Argel en 1964, que "todo el mundo considera como la nacional, ya que refleja la igualdad de las siete islas en el cielo azul celeste reflejándose en el mar".

Respecto a la congregación, Cubillo quiso destacar que se trata de actos necesarios, pues "nosotros lo tenemos que hacer en este momento es ir ganando las calles con manifestaciones, porque ahora se termina la década de la descolonización. Tenemos que hacer saber el Gobierno central que hay voluntad de descolonizar", señaló el presidente del CNC.

La marcha, durante su cerca hora y media de duración, transcurrió sin ningún altercado, salvo por la presencia, momentos antes de comenzar, de un "provocador", vestido con la camiseta de la selección española de fútbol, que se presentó ante los manifestantes alzando una bandera española, al que la Policía Local pidió que se marchara del lugar.

Con casi media hora de retraso, los cerca de 300 participantes, según la Policía Local, unos tres mil a juicio de los organizadores, partieron de la plaza de La Candelaria al grito de "independencia".

La marcha continúo su camino por la calle del Castillo haciendo escuchar sus consignas de "Canarias no es España", "Canarias no se vende, Canarias se defiende", "Fuera los españoles de Canarias" y "Unidad frente a España", entre otras, a los transeúntes de la zona.

La manifestación también levantó el interés de los turistas que pasaban el día en la capital, quienes no dudaron en preguntar a los ciudadanos locales qué ocurría.

Fue a la altura del Parlamento canario cuando la marcha hizo una primera parada para instar a la creación de un "Parlamento colonial". "Hay que tomar el Parlamento como la bastilla", "Traidores del Parlamento" y "Paulino traidor" fueron algunas de las reivindicaciones que se escucharon frente al edificio.

Las voces que proclamaban la "verdadera bandera" y solicitaban que los "españoles se marchen de Canarias" continuaron su recurrido hasta la plaza Weyler, donde solicitaron el cambio de nombre del emblemático lugar capitalino por el de "plaza de Secundino Delgado". Tras hacerse oír frente al consulado británico, la manifestación solicitó también la atención de los militares que se encontraban en Capitanía.

La marcha prosiguió de forma ordenada y tranquila por la calle Méndez Núñez hasta llegar a la subdelegación del Gobierno, que fue calificada como la "futura embajada de España".

Los manifestantes continuaron la marcha sin incidente alguno tras invitar a los inquilinos de la administración a ponerse detrás de la pancarta "si quieren quedarse aquí".

Los participantes, con Antonio Cubillo a la cabeza, continuaron su recorrido por la calle del Pilar hasta llegar a la plaza del Príncipe, donde se reivindicó el cambio de nombre del lugar por el de "plaza Guanarteme Doramas" y se procedió a la presentación de algunos representantes del movimiento que procedentes de otras Islas.

La manifestación terminó en la plaza capitalina con la lectura del "Manifiesto por la descolonización e independencia de Canarias" que homenajeaba a la "Bandera Nacional Canaria".