La "presión" de los sindicatos de la enseñanza no se va a traducir en mejoras de los acuerdos con el profesorado en materia de cobertura de bajas ni en un aumento de los presupuestos en educación, que bajarán inevitablemente, aunque la Consejería tratará de que sean los que menos lo hagan. Así de tajante se mostró ayer el viceconsejero del área, Gonzalo Marrero, quien advirtió de que "no hay dinero para ceder" ante esa presión.

"No quiero caer en lo que ha hecho el ministro de Educación: pedir a las comunidades autónomas que no hagan ajustes en educación y luego presentar unos presupuestos con un descenso de más del 8%", dijo Marrero, que defendió la actuación de la Administración educativa en el asunto que más controversia ha causado en este inicio de curso: la cobertura de las bajas de los docentes.

En este punto, la Consejería introducirá cambios para dar agilidad a las sustituciones. El sistema de profesores "volantes" -enseñantes que cubren de forma inmediata bajas cortas o los primeros días de las de mayor duración en lo que se tramita el nombramiento de un sustituto- se generalizará desde los cursos de Infantil y Primaria en las islas de Lanzarote y Fuerteventura, donde se implantó de forma experimental, a todo el Archipiélago y también a Secundaria y Bachillerato. Esta medida supondrá la incorporación de 47 docentes y una inversión de 2,2 millones de euros.

En lo que respecta al polémico plan de ausencias cortas -que obliga a los centros a organizarse para cubrir las bajas de escasa duración retirando al profesorado de tareas no docentes-, el viceconsejero recordó que ya estaba en vigor en cursos anteriores. "En tiempos de bonanza económica no se cumplía. Cuando faltaba un profesor se sustituía por otro, pero ahora hay que aplicarlo a rajatabla porque no hay dinero para hacer lo que hacíamos antes", explicó Marrero.

No obstante, la Consejería de Educación aclara que el actual catálogo de puestos de trabajo permite una atención "permanente" al alumnado, y que ésta es de carácter docente y no se limita únicamente a "cuidar" a los niños cuyo profesor se encuentra de baja.

Tampoco comparte el Gobierno los datos de algunas organizaciones sindicales sobre la insuficiente cobertura de sustituciones. Según Gonzalo Marrero, Educación ha realizado 896 sustituciones por bajas hasta esta misma semana, cuando el sindicato Insucan las cifraba -hace dos semanas, eso sí- en poco menos de 550.

"Mis conciudadanos opinan que hay cosas más importantes que la educación", dijo el viceconsejero en relación a un estudio del CIS que sitúa esta materia en el quinto lugar de las preocupaciones de los ciudadanos, lo que contribuye a explicar que la crisis haya obligado a redefinir las prioridades de las administraciones.