El grupo Socialista en el Parlamento de Canarias acusó hoy al Gobierno regional de ahondar en la privatización de la sanidad con el presupuesto de 2011, pero el consejero de Sanidad, Fernando Bañolas, afirmó que el gasto público en sanidad privada se mantiene en torno al 7 por ciento del total.

"No son mis presupuestos ni los que me hubiese gustado traer al Parlamento, pero son los mejores presupuestos posibles", dijo Fernando Bañolas, que anticipó que se podrían introducir cambios en el trámite parlamentario en lo relativo a los recursos para drogodependencias.

El consejero se declaró "defensor de la sanidad pública" y afirmó que la consignación presupuestaria para su departamento en 2011 (2.540 millones de euros, un 11,06 por ciento menos) "es la necesaria para el normal funcionamiento de los servicios sanitarios".

Sobre las inversiones, cuyo aumento ha censurado el PP porque se hace a costa del gasto corriente en atención sanitaria, dijo Bañolas que él no ha introducido ninguna variación en el presupuesto, aunque aclaró que si se pararan las obras en marcha habría que afrontar indemnizaciones.

El diputado del PP Asier Antona dijo al consejero que su grupo mantendrá la misma actitud y el mismo discurso que cuando estaba al frente de la Consejería, y por eso seguirá reclamando al Estado la "deuda histórica" de 1.400 millones de euros.

Antona se mostró en contra de que se desvíen fondos del capítulo dos de gastos corrientes al capítulo seis de inversiones, porque antes que nuevas obras hay que garantizar la calidad del servicio.

El consejero contestó que el margen de maniobra es escaso, pero el Gobierno canario intenta compensar el déficit de financiación estatal de 1.400 millones de euros desde 2001 dedicando más porcentaje de sus recursos a la sanidad y seguirá reclamando mejoras financieras.

Bañolas indicó que reducir las listas de espera y mejorar la calidad y satisfacción del paciente son algunos de sus objetivos.

La diputada del grupo Socialista Dolores Padrón dijo que hace falta recuperar el diálogo perdido en los últimos años con los pacientes y el personal, así como más transparencia para reconducir y asentar las bases de un sistema.

"Si no se cambia mucho este presupuesto, servirá de yacimiento de negocio para la sanidad privada, tal y como está configurado", advirtió Padrón.

Admitió que hay un problema de financiación sanitaria, pero añadió que en consecuencia no se deben derivar fondos públicos a la sanidad privada.

Señaló que se van a destinar 209 millones de euros para la sanidad privada, y la mitad de esos fondos a la sanidad privada de Tenerife.

"No es una casualidad que se destinen 103 millones de euros a la sanidad privada de Tenerife y que a la vez se tarde más de diez años en construir los hospitales públicos del norte y del sur de la isla", dijo Dolores Padrón.

José Izquierdo Botella, de CC, dijo que ante la rebaja presupuestaria "hay que echarle ganas, imaginación y trabajo para afrontar la situación".

"La sanidad va a salir reforzada porque se convertirá en un servicio más eficiente y mejor gestionado", dijo el representante de CC.