MIRE usted, ni usted ni yo sabemos si tan solo por llegar al Gobierno uno se tiene que volver irremisiblemente idiota. Tal le ha ocurrido a Ramón Jáuregui, antañazo un hombre sereno y discreto, que se expresaba muy bien y que llegaba a la gente.

Pues nada más entrar en el Gobierno se ha puesto a hablar de la ley mordaza, es decir, del Consejo Audiovisual ese que pretenden crear los socialistas, asustados más que por la penetración de Belén Esteban -penetración social, que de la otra no nos ocupamos aquí para no parecernos a los de su calaña- por el auge y el fulgor de Intereconomía, que les da lo suyo, día sí, día también, cadena a la que se quieren cargar a golpe de sanción. Lo peor, o lo mejor quizá, de los socialistas es que se les ve el plumero. Mientras ellos tienen a "La Noria" de la pequeña Iglesias, del hosco Sopena y del melifluo Jordi González, la derecha tiene a Intereconomía. Es ley de vida. Cada cual respira por el agujero que le gusta.

Pero vamos a lo de Jáuregui, que ahora se ha puesto a discrepar de su antecesora en el ministerio, De la Vega, y ha dicho a la revista Vanity Fair (la Feria de las Vanidades, vaya por Dios) que había que hacer comunicación con más pedagogía. Lo ha dicho con dos cojones y se ha quedado más pancho que una lata de pan rallado (realmente no sabemos si el pan rallado se vende en latas y tampoco si es pancho).

Los socialistas están realmente mal, cada uno por su lado y disparándose unos a otros. Ya verán cuando a Chaves le digan los tribunales que tiene que irse a casa, como se lo han dicho a Alfredo Sáenz, consejero-delegado del Santander y ex de Banesto, que le montó una querella falsa a cuatro empresarios para sacarles las perras.

Qué tristeza. Fíjense cómo la noticia, gravísima para un banquero, condenado a ocho meses de cárcel e inhabilitación para serlo por querella falsa y estafa procesal, ha desaparecido de todos los medios de comunicación españoles. Parece como si la hubiera evaporado Campanilla, el hada de Peter Pan. Yo llamo Peter Pan a Botín.

Un Consejo Audiovisual mordaza, no para suprimir "Sálvame", ese programa de Tele 5 que acoge maltratadores, sino para cargarse a una cadena que no se avergüenza de ser de derechas. Patético. Mientras, Santiago Carrillo señala a "otros" como los cooperadores necesarios, inspiradores y autorizantes de la matanza de Paracuellos del Jarama, en la guerra civil. ¿No querían desenterrar a los muertos? ¿Por qué no desentierran también estos restos inocentes?