A Marimar Julios, ese genio de la política canariona, no le gusta que Tenerife use el gas antes que Las Palmas. Bueno, pues se lo va a tener que tragar. El gas llegará antes a la casa del más listo y es de esperar que Endesa pueda, tras las obras en el puerto de Granadilla, crear su nueva gran central en el polígono de esta misma localidad. Hemos ponderado siempre la labor que Endesa ha llevado a cabo en Canarias. Lo sigue haciendo. Esa gente que ha optado por el cambio de compañía debería leer la letra pequeña de sus nuevos contratos con otras empresas comercializadoras de la energía eléctrica. El que avisa no es traidor.

Adán Martín, ex presidente del Gobierno de Canarias, que en paz descanse, muy en su estilo, enmarañó de tal forma el sistema eléctrico en Canarias que nadie se aclara. Y eso que era ingeniero industrial. Endesa vendió a Red Eléctrica las líneas de alta tensión, lo que le reportó pingües beneficios a aquella compañía. Y ahora la comercialización está dividida, sobre todo tras la entrada en liza de Iberdrola, que quiere quitar a la antigua Unelco su cartera de clientes.

Lo va a tener crudo. No es fácil olvidar la labor que Endesa/Unelco realiza en las Islas desde hace muchos años. Pero la norma canaria es un desastre. Se quiso liberalizar el sector y lo que consiguió Martín con sus teorías enrevesadas es sembrar el caos. Y, si no, que se lo pregunten a los técnicos y a los responsables de seguridad de Endesa, que se vieron abrumados una noche por el sonar de las alarmas en varias subestaciones porque Red Eléctrica, que comparte la gestión de éstas, metió vigilantes jurados en las instalaciones, que abrían y cerraban puertas sin tino, con el consiguiente reflejo en los paneles de control de Endesa. Red Eléctrica, que es solo la transportista de la energía a través de las redes que compró, no había avisado de la llegada de esos vigilantes. Un desastre.

¿Qué va a pasar en Canarias con la energía? Todavía no lo sabemos. Endesa pretende poner un poco de orden en el sector, sin renunciar a su negocio. Es posible que haya que relanzar la central de Las Caletillas en su actual ubicación hasta que se construya una nueva. Y el puerto de Granadilla será fundamental para transportar el gas hacia la estación de ciclo combinado del polígono de este mismo municipio. Hay que darse cuenta de que las Islas siguen creciendo y que el turismo vuelve a tirar fuerte de la economía y también de la energía. Para evitar males pasados y apuros recientes hay que ponerse las pilas. Pilas de gas.