LOS REITERADOS incumplimientos de Coalición Canaria con el Partido Nacionalista Canario han provocado -al menos es la intención, a la hora en que escribimos esta crónica- la convocatoria urgente de un Consejo Político del PNC, con un único punto en el orden del día: el rompimiento de la coalición electoral con CC.

Esta decisión supondría un serio revés para el partido de Paulino Rivero. Ni Javier González Ortiz ni Claudina Morales han sabido negociar con el PNC, que ha sufrido humillación tras humillación, cuando siempre había sido generoso con sus socios. El PNC significa el partido de la honestidad y su fidelidad hacia Paulino Rivero ha sido grande desde hace años. Pero parece que CC no le responde en el mismo lenguaje. Es muy raro que Paulino haya dejado esta negociación a subalternos, pues no de otra manera puede también calificarse a Claudina Morales, un auténtico florero dentro de CC, en cuyo instinto e inteligencia política casi nadie confía. Las conversaciones, según algunas fuentes del PNC, han sido deslavazadas, poco serias e inmorales desde el punto de vista político.

Incluso Bermúdez se niega a que Esther Sarrautte, concejala en Santa Cruz, repita en un número alto de la lista. Dice Bermúdez que quiere renovar. Y no respeta la decisión del PNC de situar a Sarrautte en la propuesta nacionalista al municipio santacrucero.

Por todo ello, el PNC mantuvo diversas reuniones de sus órganos de decisión el pasado jueves/noche. El viernes por la mañana, cuando redactamos este artículo, corría el rumor de que se había convocado un Consejo Político para sustanciar la ruptura. Pero quedaba alguna conversación pendiente entre dirigentes del PNC y Paulino Rivero, como último recurso antes de la repetida crisis.

Suponemos que este fin de semana se aclararán algunas cosas, pero el panorama pinta mal para este pacto. Mientras que la relación entre CC y el Centro Canario Nacionalista ha ido miel sobre hojuelas, con el PNC, su aliado más antiguo, ocurre todo lo contrario.

Estas agitaciones no parecen buenas en las vísperas electorales, cuando las listas están prácticamente confeccionadas. Había mucho nerviosismo entre los dirigentes del PNC, que han tocado fondo. No soportan las humillaciones de los negociadores de CC, que han demostrado muy poca generosidad y ninguna inteligencia. Da la sensación de que en CC cada uno va por su lado y que falta mucha coordinación. Solo Paulino Rivero puede arreglar, de un plumazo, estas discrepancias. Pero, ¿lo hará? Mañana, en todo caso, lo contaremos.