Las actividades de formación para que personas en situación de exclusión social o en riesgo de ella puedan encontrar un puesto laboral se han convertido en una de las alternativas más viables en un momento económico tan delicado como el actual. Ejemplo de este tipo de acciones son los Itinerarios Integrados de Inserción Laboral de la organización Cáritas, que durante un año han impartido técnicas y especialidades para ayudar a estas personas a encontrar trabajo.

Este tipo de actividades son desarrolladas por la ONG durante todo el año, gracias a entidades colaboradoras como Endesa, con cuya financiación, en la actualidad, se realiza un curso de electricidad en el que participan diez alumnos de entre 18 y 25 años que buscan una oportunidad para integrarse laboralmente.

Otro ejemplo de esta iniciativa fueron los dos talleres de ebanistería y agricultura que comenzaron en mayo de 2010 hasta finales de abril. En la misma participaron un total de 36 personas, algunas de las cuales han conseguido ya un puesto de trabajo. Del total de participantes, los cuales residían en su mayoría en el área metropolitana, 21 eran mujeres.

En concreto, Cáritas organizó tres itinerarios durante ese periodo: "La morera", especializado en jardinería y agricultura ecológica que se desarrolló en El Sauzal; "La fresadora", que versaba sobre ebanistería y carpintería y que se impartía en el antiguo balneario de Santa Cruz de Tenerife, y el de peluquería, que se desarrolló en La Laguna.

Los dos primeros estaban subvencionados por el Servicio Canario de Empleo y el Fondo Social Europeo y el tercero por el Cabildo de Tenerife. Para realizar este último taller, la organización se puso en contacto con seis empresas del sector. Todos los talleres se remuneraban con 12 euros diarios, así como algunas ayudas para el transporte.

Los talleres están dirigidos a personas que se encuentran en situación de exclusión social o riesgo de padecerla, como inmigrantes, desempleados desde hace más de dos años, mujeres víctimas de violencia de género o mayores de 45 años, personas sin formación y personas discapacitadas.

Uno de los aspectos más destacados de estos talleres es que no solo se centraron en dar una formación en una actividad concreta, sino que, además, imparten diferentes contenidos para que los participantes "adquieran unas competencias y una serie de habilidades para conseguir empleo en diversos sectores", explica la educadora del taller "La fresadora", Noemi Vela, quien destacó que el producto de los trabajos que realicen aquí, como cajas de madera o armarios en el caso de ebanistería y carpintería, luego se los pueden llevar a casa".

Entre la materia que se imparte, destacan la referida al Fondo Social Europeo y las posibilidades de empleo que ofrece; la alfabetización informática, para acercarles a las nuevas tecnologías relacionadas con el mercado laboral, y la prevención de riesgos laborales, para que conozcan la normativa existente y los derechos y deberes que tienen como trabajadores.

También orientación laboral, que abarca desde como está la situación actual hasta cómo hacer un currículum y cómo se deben enfrentar a una entrevista de trabajo, y habilidades sociales, para saber desenvolverse en una entrevista laboral, son otros de los contenidos, que se completan con la sensibilización en igualdad de oportunidades.

Este último aspecto resulta fundamental para los participantes en los talleres, pues, como señala Noemi Vela, es necesario que "conozcan que las mujeres y los hombres deben tener el mismo número de oportunidades, así como los cambios que se están produciendo en la sociedad respecto a este asunto".

Otro aspecto sobre el que se ahonda en los cursos es la sensibilización medioambiental, enfocada no solo al reciclaje, sino también cómo se puede ayudar al medio ambiente y las políticas que se desarrollan para preservarlo.

Esta teoría es complementada con clases prácticas, tanto en el marco del mismo curso como en empresas. Otra de las principales características de los talleres es que se imparten de lunes a viernes de 8:00 a 14:00 horas, "un horario similar al de un trabajo, para que los participantes se vayan acostumbrando", concluye la educadora.