El XV Encuentro de Asociaciones de Antiguos Alumnos y Amigos de Universidades Españolas que se celebra en La Laguna hasta este viernes desarrolló su segunda mesa redonda, dedicada a indagar en los procesos de certificación dentro del Espacio Europeo de Educación Superior y, más concretamente, sobre el proyecto Plataforma de Certificación Universitaria CertiUni promovido por la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE).

La mesa estuvo moderada por el rector de la Universidad de La Laguna, Eduardo Doménech, y contó con las intervenciones de Francisco José Martínez López, rector de la Universidad de Huelva y presidente del grupo de trabajo de la CRUE para CertiUni; Fernando Galván Reula, rector de la Universidad de Alcalá de Henares; Ana Valera, coordinadora de Competencias Personales CertiUni y profesora de la Universidad Autónoma de Madrid; José Antonio Ufano, coordinador de Informática de CertiUni y profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña; y Clara de Vega, de la Universidad de Salamanca.

El rector de la Universidad de Huelva explicó que la certificación de personas es un proceso poco conocido que va a adquirir relevancia en el futuro porque en las nuevas formas de entender las relaciones laborales será necesario acreditar la información incorporada a los currículos personales para dar a conocer las habilidades que se posean. Si a principios de los años 90 las empresas empezaron a implicarse en gestión de calidad con las certificaciones ISO, hoy día se está llegando a la conclusión de que es necesario acreditar también la capacidad de las personas a través de entidades independientes.

En el ámbito europeo se ha comenzado a trabajar en proyectos de certificación pero sólo dan un marco general y, por tanto, CertiUni pretende darle contenido y entidad. El proyecto se creó a través de Universia, que hace unos años impulsó un proyecto, CertiCap, que no llegó a buen término porque no existía aún una cultura de la calidad y porque había suspicacias sobre el hecho de que fuera una entidad privada la que se encargara de certificar, en lugar de un ente público independiente. Universia finalmente cedió el proyecto a las universidades, que continuaron su diseño y nació CertiUni.

Para el ponente es importante dar a conocer de que se pueden certificar los currículos y que los empresarios sepan que habrá currículos certificados más fiables que aquellos que no lo estén. Tanto al Ministerio de Educación como la CEOE se han unido al proyecto, al igual que la Federación de Asociaciones de Antiguos Alumnos de universidades españolas. Se trabaja en tres grandes áreas: certificaciones en materia de informática, idiomas y capacidades personales.

A continuación, Fernando Galván Reula, rector de la Universidad de Alcalá de Henares, se centró en la acreditación de las lenguas dentro del proyecto CertiUni, que cobra importancia en la actualidad porque con la adaptación al EEES, los titulados de grado o posgrado deben acreditar un nivel de lengua extranjera.

Explicó que las autoridades europeas fijaron un marco de referencia para determinar el grado de competencia idiomática, que va desde el nivel A, muy básico, a los C, cercanos al lenguaje nativo. En general, se considera que los estudiantes universitarios deberían entrar en el grado con un B1, lo cual no siempre se verifica.

Actualmente, hay una gran confusión y heterogeneidad en los modelos que las universidades españolas presentan para certificar el nivel de idiomas de sus alumnos. A su juicio, lo interesante es encontrar un sistema externo, imparcial y reconocido internacionalmente. CertiUni incluye las lenguas extranjeras en su proceso de certificación, a través del proyecto BULATS (Business Language Testing Service).

"GESTIÓN DEL TALENTO"

Ana Valera, coordinadora de Competencias Personales CertiUni y profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, fue la encargada de presentar la parte del programa referida a la certificación de habilidades personales o, como ella lo denominó, "gestión del talento". El Instituto de Ciencias de Comportamiento en el que ella trabaja posee una amplia biblioteca de pruebas de evaluación utilizadas por las empresas, razón por la que la institución es la que está a cargo de esta vertiente del proyecto. Presentó el ''Test de Competencias Participativas y Personales'' utilizado para detectar el potencial de las personas evaluadas en aquellas competencias más demandadas por las empresas y que posee dos versiones, de hora y media y de cuatro horas.

Se trata de un test interactivo que varía según las decisiones que adopte el sujeto. Evalúa competencias personales que se relacionan con rasgos de personalidad (responsabilidad, cordialidad, extroversión); profesionales relacionadas en la gestión de recursos (orientación al cliente, trabajo en equipo); y en potencial de aprendizaje, que son aquellas relacionadas con la capacidad intelectual.

El resultado obtenido se presenta en un informe con una gráfica con los niveles obtenidos en cada competencia, y un certificado de competencias avalado por la CRUE y la CEOE. José Antonio Ufano, de la Universidad Politécnica de Cataluña, presentó la vertiente de CertiUni referida a la informática. Internacionalmente hay tres niveles de certificación: escritorio, asociado y técnicas, y tres entidades internacionales de referencia que las evalúan, y que ya han aceptado la participación de CertiUni.

El problema básico es que prácticamente todas la soluciones informáticas del mercado tienen su propia certificación, lo cual puede significar una cifra de 6.000. Por ello, CertiUni ofrece a las universidades que decidan acogerse al programa elegir en qué programas desea acreditar. Hay de todas las plataformas, desde Windows a Linux y de todas las empresas, con Microsoft, Adobe y Oracle a la cabeza.

CertiUni, al contactar con estas entidades de certificación, se ha convertido en punta de lanza en España, y su ejemplo ya está siendo imitado por otras instituciones, como la Generalitat de Catalunya.

Clara de Vega, de la Universidad de Salamanca, se extendió sobre las características del proyecto BULATS para certificar idiomas dentro del marco de CertiUni, que pretende medir las competencias idiomáticas en el ámbito laboral, y se centra en cuatro lenguas: ingles, francés, alemán y español, y se basa en el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas que ya explicara Fernando Galván en su intervención.

El examen BULATS se puntúa de 0 a 100, pero tiene perfectamente determinadas sus equivalencias con los niveles europeos o de los exámenes de Cambridge. La diferencia es que no hace un examen por nivel, sino una única prueba que, al finalizar, especifica en que situación se halla el usuario examinado. Existe tanto en formato presencial en papel con entrevista personal para la parte oral, y una on-line, mucho más práctica y flexible. El programa se adapta al usuario, de manera que no hay dos test iguales y por ello puede haber varias personas examinándose a la vez sin miedo a que ninguno se copie del resto.